martes, 9 de septiembre de 2014

Podemos Estar Tranquilos, por Hermógenes Pérez de Arce.





Podemos Estar Tranquilos,
por  Hermógenes Pérez de Arce.


Podemos estar tranquilos, porque estamos en buenas manos, de gente que realmente sabe de terrorismo.


Pues a la cabeza está la ex Comandante “Claudia” del FPMR, que en 1986 convivía con el vocero de ese grupo terrorista, Alex Vojcovich. ¿Quién puede saber más que ella?


Y no son sólo suposiciones. Su pertenencia al Frente la atestiguaron en “El Mercurio” de 19 de junio de 2003 el coordinador del movimiento, César Quiroz, y los guerrilleros “Mario”, “Pablo”, “Víctor”, “Dante” y Daniel”. Ella conoce el tema, es una experta. Seis testigos contestes que dan razón de sus dichos. Plena prueba. Nada de meras presunciones precarias, que sólo sirven para meter presos a los militares.


Y en especial este Gobierno debe saber de la colocación de bombas en el Metro, porque el Frente, que lo integra, había hecho estallar un artefacto en un vagón que ingresaba a la Estación Tobalaba, el 16 de junio de 1986. A raíz de ello falleció el pasajero Jorge Campos Fardella y quedaron con lesiones graves Roberto Barros Sánchez, Juan Ruiz de Mujica, Laura Barceló Muñoz, Alex Soto Chindulza, Nelson Araneda Araneda y Esteban Gutiérrez Jorquera.


Podemos estar tranquilos, además, porque el Director de Inteligencia, Gustavo Villalobos, también sabe de terrorismo, pues fue abogado de la Vicaría de la Solidaridad y defendió a guerrilleros del propio Frente. Su acción resultó tan eficaz que hasta fue encargado reo por la Justicia como encubridor del asesinato del joven Carabinero Miguel Ángel Vásquez Tobar. Es que es un hombre dedicado al tema. ¿Qué mejor garantía?


También podemos estar tranquilos porque otro que sabe mucho ahora está en el Gobierno: el ex “Encargado Militar” del Partido Comunista, Guillermo Teillier, organizador del FPMR. Así es que también conoce como nadie el terrorismo. Claro, en junio pasado él sostenía que el único terrorismo posible era el ejercitado por el Estado y, por tanto, los que ponían centenares de explosivos no eran terroristas. Pero vemos con alivio que ayer mismo cambió de opinión: dijo que “esta” bomba en el Metro Escuela Militar sí fue un acto de terrorismo. Entonces podemos estar tranquilos: por fin el jefe de un partido de Gobierno reconoce que un atentado en el Metro es un acto de terrorismo y se va a preocupar.


Y también podemos estarlo porque esto no va a ir mucho más allá, debido a que los terroristas, en general, están contentos. Por dos razones: la primera, que el Fisco les abona anualmente un total aproximado a los 300 millones de dólares en indemnizaciones por haber sido perseguidos, exonerados, apresados, interrogados y supuestamente maltratados en el pasado. Cuentan, además, con atención de salud gratuita y becas de estudio para sus descendientes. Y, segunda razón, porque quienes los derrotaron y les vedaron la toma del poder por las armas en 1973 están presos, ancianos y enfermos, o están cayendo en prisión todos los días. Además ¿quién va a querer hostilizar a los terroristas si eso ahora se llama “delito de lesa humanidad”? Nadie, por supuesto. Entonces, los terroristas están tranquilos.


Tanto, que bajo el anterior Gobierno de la ex “Claudia” hasta pudieron hacer una conferencia internacional con sus similares de otros países y se reunieron públicamente en Santiago, sin ser molestados, en el Teatro Lido. ¿Recuerdan?


Entonces ¿qué razón podrían tener los terroristas para seguir alterando la paz pública, sabiendo que en el Gobierno están sus iguales?


Ninguna. Ergo, podemos estar tranquilos.


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