miércoles, 27 de julio de 2016

Falacia de los “delitos de lesa humanidad” por el abogado Adolfo Paúl Latorre.




Falacia de los “delitos de lesa humanidad”

por el abogado Adolfo Paúl Latorre.



Durante los últimos años se ha logrado instalar en la opinión pública la falacia de que los hechos delictivos cometidos por algunos miembros de las FF.AA y de Orden durante su ingrata y penosa tarea de combatir la subversión armada en la que arriesgaban sus propias vidasconstituyen “delitos de lesa humanidad”.



Para que un delito pueda ser calificado como “de lesa humanidad” debe ser cometido como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil,
lo que no fue el caso de la persecución de guerrilleros urbanos o rurales o de determinadas personas que cometían atentados terroristas; personas que no eran población civil”, sino que combatientes de un ejército revolucionario irregular vestidos de civil lo que es muy diferenteque estaban dispuestos a matar y a morir por la revolución y que cayeron dentro del marco de la guerra subversiva.



Y, suponiendo que tales actos delictivos cumplieran con el precitado requisito del tipo penal, a la fecha de su ocurrencia no existía ninguna ley interna o tratado internacional alguno ratificado por Chile y vigente que se refiriera a ellos.



Los crímenes de lesa humanidad fueron establecidos en el derecho chileno por la ley 20.357, que entró en vigor el 18 de
julio de 2009,la que establece expresamente:
Los hechos de que trata esta ley, cometidos con anterioridad a su promulgación, continuarán rigiéndose por la normativa vigente a ese momento. En consecuencia, las disposiciones de la presente ley sólo serán aplicables a hechos cuyo principio de ejecución sea posterior a su entrada en vigencia".



Es decir, ningún delito cometido antes del 18 de julio de 2009 puede, legalmente, ser calificado como de lesa humanidad.



Lamentablemente ya sea por error, ignorancia o mala felos delitos cometidos por algunos militares y carabineros antes de dicha fecha son calificados como tales, incluso por altas autoridades políticas y judiciales.



Los jueces que así lo hacen atentan gravísimamente contra el principio de legalidad y de irretroactividad de la ley penal, que es esencial en el derecho penal y que, según lo dispone el artículo 27 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, no puede suspenderse en situación alguna, ni siquiera en caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado.



La calificación de "delito de lesa humanidad” que hacen los jueces a hechos que constituyen meros delitos comunes, a fin de atribuirles la calidad de imprescriptibles, es un ardid que ellos utilizan para tratar de ocultar el delito de prevaricación que cometenal fallar contra leyes expresas y vigentes, como son las relativas a la prescripción de la acción penal y, de ese modo, condenar a los militares y carabineros sea como sea.




NOTAS:


1. Una explicación detallada sobre este tema se puede encontrar en los capítulos y páginas que se indican del libro Adolfo PAÚL Latorre, Procesos sobre violación de derechos humanos. Inconstitucionalidades, arbitrariedades e ilegalidades , editorial El Roble, Santiago, tercera edición,
marzo 2015, 761 páginas, Capítulo 4 “Argumentos utilizados para no aplicar la prescripción de la acción penal” (pp. 138 - 160) y Capítulo 5 “Convenciones o tratados internacionales” (pp. 165 -
180). En la cuarta edición del libro precitado (versión resumida) hay una explicación más breve (páginas 55 a 58).



2. Entre las normas legales relativas a la prescripción de la acción penal vulneradas por los jueces, cabe citar las siguientes: Del Código Penal :

Art. 93. “ La responsabilidad penal se extingue: 6º Por la prescripción de la acción penal.
Art. 94. “ La acción penal prescribe: Respecto de los crímenes a que la ley impone pena de muerte o de presidio, reclusión o relegación perpetuos, en quince años. Respecto de los simples delitos, en
cinco años.
Art. 95. “ El término de la prescripción empieza a correr desde el día en que se hubiere cometido el delito.
Art. 102. “La prescripción será declarada de oficio por el tribunal aun cuando el procesado no la alegue.
Art. 103. Establece un beneficio temporal objetivo, impropiamente denominado “media prescripción” o “prescripción gradual”, en los siguientes términos: “ Si el inculpado se presentare o fuere habido antes de completar el tiempo de la prescripción de la acción penal o de la pena, pero habiendo ya transcurrido la mitad del que se exige, en sus respectivos casos, para tales prescripciones, deberá el tribunal considerar el hecho como revestido de dos o más circunstancias atenuantes muy calificadas y de ninguna agravante . Esta norma es clarísima y está redactada en términos imperativos (“deberá”): no faculta al juez para hacer algo, sino que le ordena actuar de una determinada manera.



Del Código de Procedimiento Penal :
Art. 408. “ El sobreseimiento definitivo se decretará: 5º Cuando se haya extinguido la responsabilidad penal del procesado por alguno de los motivos establecidos en los números 1º, 3º, 5º y 6º del artículo 93 del mismo Código (Penal)”.
Art. 107. “Antes de proseguir la acción penal, cualquiera que sea la forma en que se hubiere iniciado el juicio, el juez examinará si los antecedentes o datos suministrados permiten establecer que se
encuentra extinguida la responsabilidad penal del inculpado. En este caso pronunciará previamente sobre este punto un auto motivado, para negarse a dar curso al juicio. Esta norma también es clarísima y está redactada en términos imperativos (“pronunciará”): no faculta al juez para hacer algo, sino que le ordena actuar de una determinada manera.




(Este articulo fue tomado del informativo periodístico CHILE INFORMA, edición Nº 2.264, del miércoles 27 de Julio de 2016)

sábado, 23 de julio de 2016

Choquehuanca's show, por Hernán Felipe Errázuriz.

   Evo Morales, Presidente de Bolivia, y David Choquehuaanca, Canciller altiplanico, 
un par de busca pleitos a los que Chile debe parar e la brevedad, pues las RREE
no pueden convertirse en actos de  payaseo ni de provocaciones.




Choquehuanca's show,

por Hernán Felipe Errázuriz.




Hemos contribuido, sin querer, a magnificar la visita de Choquehuanca, sin aprovechar debidamente una excelente oportunidad para transmitir a los bolivianos, y al resto del mundo, las facilidades que Chile le otorga a Bolivia. Sus pleitomaníacas y reivindicatorias declaraciones son otra razón para acelerar el retiro del Pacto de Bogotá, que alienta a nuevas demandas abusivas.



Las Cancillerías funcionan, y están obligadas, según las prácticas Diplomáticas. No están organizadas ni preparadas para entenderse con provocadores y payasos, que desprecian y transgreden las convenciones mínimas de respeto entre los países y sus autoridades. Otros son los códigos aplicables a estos abusadores y no hay que permitirles que se apropien de los escenarios. Hay que recordar cuando el rey Juan Carlos hizo callar a Chávez durante la Cumbre Iberoamericana en Santiago.



La visita de Choquehuanca nunca fue una visita privada, para fines estrictamente personales. Fue siempre oficial, aunque sus propósitos fueran mediáticos y en beneficio de sus aspiraciones políticas. Ingresaba y tenía derecho a conocer el ejercicio del derecho de libre tránsito de que goza el comercio boliviano y para informarse sobre el funcionamiento de los terminales portuarios: Bolivia es el principal usuario del puerto de Arica. Habría sido contraproducente y causado escándalo innecesario prohibirle el ingreso.



Además de la denuncia y protestas por los agravios causados y desenmascarar al visitante, como correctamente se hizo, esta era una buena oportunidad para que las autoridades nacionales se concentraran en la difusión de los privilegios de que goza Bolivia para su comercio exterior. Para reiterar los beneficios de la modernidad, ahorros de costos y eficiencia que le prestan los puertos nacionales que, seguramente, habrían impresionado a los bolivianos, ajenos a los servicios portuarios y marítimos.



Al concluir la visita, quedó nuevamente en evidencia el ánimo litigioso y confrontacional del régimen de Evo Morales con Chile y sus autoridades. En su paso por el territorio nacional, Choquehuanca, eterno querulante, amenazó con otras dos demandas internacionales. Su pleitomanía no tiene límites. Es tiempo de quitarle el piso que La Haya da a Bolivia. Es más práctico y conveniente denunciar el Pacto de Bogotá que haber establecido la exigencia de visa a los funcionarios y Diplomáticos bolivianos para ingresar al territorio nacional: pueden obviar ese trámite simplemente ingresando con cédula de identidad.



(Artículo tomado de Diario El Mercuerio del 23-07-2016)