jueves, 24 de junio de 2010

SOMOS PINOCHETISTAS..

Estimados amigos:


La derecha tiene que entender que NO EXISTE sin el apoyo de los PINOCHETISTAS. Nosotros no votamos por Sebastián Piñera… votamos en contra de Frei, en contra de la Concertación, en contra de la izquierda.


Entonces ya es hora de que el Presidente Piñera asuma su propia realidad. El no cuenta con el 50% de los votos. El triunfo se lo dimos nosotros… los PINOCHETISTAS.


Y si votamos por él, fue simplemente porque confiamos en sus promesas, que fueron muchas, solo me voy a referir a las principales, a los temas “Corrupción” y “Derechos Humanos”.


En el tema “Corrupción” Piñera prometió transparencia y honestidad. Nadie puede decir que su gobierno esté robando, y eso está bien. Pero todos sabemos que la Concertación robó, y robó destempladamente y en todos los niveles. Eso no puede quedar en la impunidad. Pero lamentablemente el Presidente Piñera hace “vista gorda” a esa vergonzosa realidad, él está avalando la impunidad. A estas alturas de su gobierno ya debieran haberse nombrado muchos ministros en visita para investigar los 20 años de desfalco fiscal, ya debiera haber montones de causas abiertas, ordenes de arraigo, embargos, etc. Pero no hay nada. El Gobierno está avalando la desvergüenza y con ello les está abriendo el camino para que regresen a La Moneda y continúen con las fechorías. El Gobierno tiene todas las herramientas en la mano para destruir judicial y comunicacionalmente a la Concertación… y no lo quiere hacer.


En el tema “Derechos Humanos” Piñera prometió ¡Justicia! Eso es lo único que los Militares están pidiendo ¡Justicia! Durante su campaña presidencial el Presidente Piñera, muy claro de que sus posibilidades de triunfo se ofuscaban, PIDIO… ¡él pidió!, reunirse con personal militar en retiro. Estos accedieron y se juntaron en dos oportunidades con él, en Santiago y Valparaíso. Ambas reuniones fueron muy publicitadas por la llamada entonces “Coalición por el Cambio”. En ambas reuniones Piñera ¡Prometió Justicia! a los Militares, terminar con la persecución judicial, respeto a la prescripción, la no aplicación de normas extranjeras no contempladas, igualdad ante la ley, etc., etc.,…Piñera fue muy astuto, el sabía que el voto de los Militares en Retiro (de todas las instituciones), iba junto al de los Militares activos, y junto a los de sus familias, es decir el voto de toda la Familia Militar Chilena, y ese SIEMPRE HA SIDO UN VOTO DISCIPLINADO, cientos de miles de votos que Piñera NO TENIA. A eso hay que sumar los votos de todo el mundo PINOCHETISTA, hablemos de más de la mitad de la derecha.


¿Y qué está ocurriendo hoy?... La más triste de las posibilidades se está cumpliendo. El Presidente Piñera hasta el momento está haciendo “vista gorda” (también en este caso) a todo lo que prometió. En el programa de derechos humanos de su gobierno puso a la Abogada penalista Rossy Lama, de clara inclinación izquierdista, y mantuvo en su puesto a los más de 17 abogados también de izquierda que tenía la concertación. En resumen las cosas siguen igual o peor, se están abriendo más de 600 nuevas causas y ha aumentado el número de Militares presos. Por otra parte el Gobierno no ha hecho nada por otorgar a los Militares presos beneficio carcelario alguno de los que la ley contempla. Recordemos que Piñera negó el indulto humanitario a un General de 82 años aquejado de una grave enfermedad cardíaca; por otra parte Piñera no hizo nada por ayudar a un Suboficial que murió preso de un cáncer terminal y sin piernas, se las habían amputado por una severa diabetes, a este último Bachelet le había negado el indulto antes de irse. Y las cosas siguen de igual en peor, Esta semana Piñera se reunió con esa horda de ladrones denominada “familiares de desaparecidos”, sin embargo a la contra parte jamás le ha dado cabida, ni siquiera contestó la carta que le entregaron en La Moneda las agrupaciones que defienden a los presos políticos militares; y recordemos también que está semana se supo del suicidio de un General de la República, acosado por persecuciones judiciales.


En resumen Sebastián Piñera no hace más que dejar en claro que nuestra posición es la más valedera: ¡NO SOMOS DE DERECHA… SOMOS PINOCHETISTAS!.


La adversidad continúa siendo el pan de cada día de los chilenos de buen corazón, especialmente de nuestras Fuerzas Armadas y Carabineros, único sostén y baluarte de Chile… ayer, hoy y siempre.


Los insto a invitar a todos sus contactos, familiares y conocidos, que comparten nuestra posición, a unirse a nuestro grupo Facebook:


¡NO SOMOS DE DERECHA… SOMOS PINOCHETISTAS!...


Como están las cosas ésta es una herramienta comunicacional importante, la que debemos fomentar para ser usada ante las adversidades que al parecer no dejan de llegar.


Alejandro Russell O’Kuinghttonss

miércoles, 9 de junio de 2010

La tragedia de Otero, por Rodrigo García Pinochet.



La tragedia de Otero,
por Rodrigo García Pinochet.


"No cabe imaginar las condenas que hubiese recibido el embajador de haber hecho referencia a los presuntos lazos de Allende con el narcotráfico, hecho demostrado por los documentos secretos encontrados en la caja de fondos de la Moneda y analizados por el profesor Víctor Farías en su último libro".


La izquierda suele dictar cátedras acerca de la tolerancia, vanagloriándose de ser supuestamente pluralista, de estar siempre dispuesta a debatir los temas y a escuchar posturas contrarias. Sin embargo, su discurso no pasa de ser una hipócrita retórica, ya que en los hechos se demuestra el totalitarismo de su pensamiento. Son ellos los únicos dueños de la verdad, de la moral, de la justicia, son los jueces que están por sobre el Dios - esto se entiende por su ateísmo-, se atribuyen ser los asignadores de la igualdad y de la “justicia social”, y de decidir a quién atribuirle o no sus derechos humanos. Se autodesignan los exclusivos timoneles del Estado, mejor dicho, se creen el Estado, por lo que exaltan su omnipresencia y omnipotencia. Es la izquierda la que emite juicios y condenas a todo quien pretenda en lo más mínimo cuestionar o contrariar sus posturas, verdaderos dogmas que rigen sus políticas y su historia.



Fue esto precisamente lo que originó la tragedia del embajador Otero; cual acto shakespeariano, sus palabras gatillaron una convulsionada reacción por parte de la bien mantenida maquinaria de desprestigio de nuestra izquierda. El pecado del embajador fue hablar de aquello que hoy la izquierda se ha encargado de transformar en tabú, en prohibido, proscrito de nuestra historia política, como lo es las verdaderas razones de la intervención militar de 1973. Fue durante una entrevista de algo más de dos horas, y tras las reiteradas interrogantes del periodista –presumiblemente de tendencia izquierdista-, que el ingenuo embajador declaró aquello que muchos chilenos compartimos, pero pocos, muy pocos, se atreven a decir públicamente conscientes de la proscripción del tema. El gobierno militar, “La Dictadura”, salvó a Chile de transformarse en otra Cuba, y para la gran mayoría de los chilenos, aquellos dedicados al trabajo y a sus familias, y no a la política, la “dictadura” no tuvo impacto represivo alguno en sus vidas.
Las palabras del embajador encendieron la maquinaria mediática de la izquierda para enjuiciar y linchar inmediatamente a quien había osado contrariar sus dogmas, peor aún, cuestionando el “benevolente e inspirador” gobierno del popular Salvador Allende. No cabe imaginar las condenas que hubiese recibido el embajador de haber hecho referencia a los presuntos lazos de Allende con el narcotráfico, hecho demostrado por los documentos secretos encontrados en la caja de fondos de la Moneda y analizados por el profesor Víctor Farías en su último libro.



El juicio moral que pretende imponer la izquierda contra todo quien esboce una opinión algo favorable, o incluso neutral al gobierno militar, y por ende, cuestionando su verdad de la historia, es implacable. Por ello no debiese extrañar escuchar histriónicas voces de muchos políticos de izquierda demandando la remoción del embajador, exigiendo disculpas públicas al gobierno, y catalogando de vergonzosas las palabras dichas. La poderosa maquinaria de izquierda rápidamente genera sus resultados y hemos visto cómo tanto el gobierno como el propio emisor de las declaraciones se apresuran a bajar el tenor de ellas, a inyectar fuertes dosis de ambigüedad al contenido original de las declaraciones para con ello aplacar la fiereza de los ataques y solapar el atrevimiento - involuntario por cierto- de decir aquello que la izquierda no quiere escuchar. En vez de apuntar y enfrentar directamente a aquellos que alzan sus recriminaciones con argumentos basados en sus propias ambigüedades, como lo es el apoyo a la eterna dictadura comunista de los Castro, o la admiración y acogida a personajes como el propio Erick Honecker, prefieren enmendar su supuesto error calificando las palabras del embajador como desafortunadas y extemporáneas. El resultado de ello es, y ha sido, la imposición de una visión de la historia sesgada e irreal, sustentada en el temor de todo quien prefiere callar antes de sufrir el linchamiento público de la izquierda, ya que sabe que nada ni nadie tendrá la valentía de respaldar lo dicho. Quienes no hemos claudicado en denunciar la tergiversación de los hechos solemos ser marginados o tachados como personas anacrónicas por quienes piensan reservadamente de igual manera, pero no así públicamente.



Es verdad, como sociedad es sano que de una vez por todas demos vuelta a la página de la historia, sin embargo, aquello no significa que una visión de la historia ponga el pie encima a la otra. Dar vuelta de página implica el reconocimiento de la existencia de posturas distintas, el respeto y la tolerancia a quienes piensan distinto. Precisamente todo lo que la izquierda proclama pero jamás permitirá se haga realidad. Más aun si quienes discrepan de su visión prefieren temerosamente callar. Por lo menos yo no lo haré.

lunes, 7 de junio de 2010

“La mayor parte de Chile no sintió la dictadura de Pinochet”.


“La mayor parte de Chile no sintió la dictadura de Pinochet”.

El embajador Miguel Otero Lathrop (79 años, 4 hijos, 24 nietos) dice que nunca fue dueño de su destino. Muy joven abandonó sus estudios militares y se dedicó al Derecho, convirtiéndose en uno de los abogados más prestigiosos de su país. Cuando Pinochet abrió el juego a los partidos políticos, se convirtió en vicepresidente de Renovación Nacional, el partido de militancia del hoy presidente Sebastián Piñera. Otero asegura que tampoco quiso ser senador, que fue la fatalidad (el asesinato del senador de la ultraderechista UDI Jaime Guzmán, en 1991) la que lo puso en esa banca. Tampoco pensaba ser diplomático, hasta que Piñera le pidió que dirigiera la misión en Argentina, y aquí está. A su llegada, artículos periodísticos que señalaban que a la hora del golpe de Estado contra Salvador Allende (1973) Otero había encabezado una razzia en la Universidad de Chile, le dolieron profundamente. Por eso quiso hablar con este diario para explicar quién es y cómo piensa.

¿La prensa lo recibió mal? Sí, publicaron notas que no tienen una coma de verdad. Creo que soy la única persona en Chile que en 1974, el 30 de julio, le renunció al entonces presidente de la Junta de Gobierno al cargo de contralor de la Universidad de Chile defendiendo la autonomía universitaria. Nunca nadie me atacó en mi país por mi actuación. Cuando se produce el pronunciamiento militar, al rector lo designa el gobierno, pero él mantuvo a todas las autoridades anteriores. En mi carta digo que es una insensatez pretender echar gente por ideología. No vamos a despedir a 40.000 personas porque piensan distinto que nosotros.

¿Tiene pruebas de esa carta? Se la muestro. Nunca la di a publicidad. Nunca he condonado la violación a los derechos humanos pero con igual fuerza condeno el terrorismo. Para mí, quien comete un delito es delincuente, nada justifica delitos y menos la violación de los derechos humanos.

Como el caso de violaciones y delitos en el gobierno de Pinochet...

Por supuesto. Y todo lo que es delito debe ser sancionado. Porque resulta que nos encontramos con defensores de los derechos humanos que presentan dicotomías increíbles. El fin no justifica los medios, jamás. He dado clase más de 46 años a los oficiales superiores de Carabineros de Chile. Pregúnteles qué les enseñamos.

¿No tiene cosas para cuestionarles a las FF.AA. en materia de abusos? Yo no creo sinceramente que haya sido un acto institucional; creo que, como en todo el mundo, hay gente que abusa de la autoridad y se extralimita. Aquí hubo gente que bien o malintencionada...

A ver, Embajador, yo le pregunto por el golpe en sí mismo como una alteración del orden institucional.

Si no hubiera existido el pronunciamiento militar, Chile hoy sería Cuba. Una cosa es la conducta económica, que cambió a Chile de país mendicante a un país con dignidad, que permitió la libertad de empresa y que nos llevó a ser lo que ha sido la línea económica continuada por todos los gobiernos de la Concertación.

Usted habla de pronunciamiento militar, pero hubo un golpe de Estado sangriento, emblema de los tiempos más oscuros de la región Momento. Si yo le contara a usted algo que ni mis nietos creen, cómo era Chile en los últimos tres meses, usted no lo creería.

Pero usted sabe tan bien cómo yo desde dónde vinieron los esfuerzos para derrocar a ese gobierno.

No, perdóneme, no lo sé.

¿Está diciendo que ignora el lugar de EE.UU. en el golpe? Yo no participé en nada de eso.

Pero hay documentos desclasificados y hasta pedidos de disculpas de Washington por esa participación.

No los conozco. No tengo idea. No le puedo decir algo que a mí no me consta ni sé. Lo que sí le puedo decir es que no teníamos azúcar, no teníamos alcohol, no teníamos algodón. Yo he estado en colas a las 4 de la mañana con mi señora y mis hijas para ver si conseguíamos un kilo de pan. Más aún, protegíamos estas colas de las actuaciones de la extrema izquierda. Chile no estaba viviendo una democracia ni era un país tranquilo, era una guerra civil encubierta en todos los frentes.

Usted dice “queríamos más democracia” y tuvieron dictadura.

Le explico una cosa. La mayor parte de Chile no sintió la dictadura. Al contrario, se sintió aliviada. Porque antes usted no podía comprar nada importado, tenía que pagar lo que se producía en Chile, caro y malo. De la noche a la mañana usted empezó a encontrar lo que no había. Ganó el pueblo. Entonces las calles se limpiaron, empezó a haber trabajo. La represión la conocimos mucho más tarde. Se juzga sin conocer la realidad de lo que vivió Chile.

¿Por qué cree que en Chile los políticos admiten ser de derecha y aquí “derecha” es mala palabra? Los conceptos de derecha e izquierda están obsoletos, no existen. Somos absolutamente conservadores en la familia, en los derechos constitucionales, en el respeto a las reglas éticas y morales. Si nos catalogan como de derecha porque queremos eliminar la pobreza o combatir la delincuencia, lo somos. Si nos califican así porque hay un terremoto devastador y hemos reconstruido 40.000 casas, somos de derecha. Para nosotros eso es un progresismo racional y lógico.

¿Dejaron algo bueno para Chile los 20 años de Concertación? Lo bueno de la Concertación es que siguió la política económica del gobierno militar e hicieron todas las rutas. Creo que la Concertación se cayó cuando perdieron el idealismo, la visión de país. Ya los cargos no se llenaban por mérito o capacidad, sino por influencia política. Es lo que nosotros queremos evitar.


Tomado de http://www.clarin.com


viernes, 4 de junio de 2010

A NUESTRO PRESIDENTE SEBASTIAN PIÑERA ECHEÑIQUE


A NUESTRO PRESIDENTE SEBASTIAN PIÑERA ECHEÑIQUE

Pensábamos que al haber sido derrotada la Concertación nuestra misión estaba cumplida.


Está por llega el invierno, Ud tendrá una tarea dura ....ello nos recuerda a quienes en el invierno de sus vidas esrán privados de su libertad, presos porque lucharon por nuesta li bertad, por nuestra democracia, para que no fuéramos otra Cuba y salvarnos del plan Z.

Sabemos lo tiene en agenda, Ud. valientemene lo manifestó después que sostuvo una reunión con las Fuerzas Armadas durante su campaña.

Sabemos que tiene presente las palabras de su padre:" No prometas lo que no puedes cumplir y cumple lo que prometes".

Sabemos también que nuestros presos políticos son ya ancianos y por lo tanto la mayoría enfermos...¿Podrán seguir esperando?

¿Alcánzaremos a cumplir la deuda de gratitud que tenemes con nuestras Fuerzas Armadas?

Sin lugar a dudas los chilenos de corazón aún no podemos decir "MISION CUMPLIDA".

Confiamos, creemos y estamos con Ud.,

AGRUPACIÓN MUJER CHILENA



jueves, 3 de junio de 2010

Recuerdo del Presidente Pinochet en celebración por triunfo de Piñera.



Nosotros votamos por Usted Don Sebastián, básicamente porque confiamos en su promesa que en el país Gobernado por S.E. se respetarían las Leyes Vigentes y se daría a los presos políticos los derechos que tienen en Chile todos los que han sido condenados por los Tribunales,

No le pedimos nada especial, solo exigimos que el Estado de Derecho, que tan bien ha funcionado para quienes fueron opositores al Gobierno Militar, funcione de la misma manera para aquellos que tuvieron la obligación de enfrentar al terrorismo extranjerizante promovido por una potencia extranjera.

martes, 1 de junio de 2010

Las verdadaes que nos ocultan.....



Generalmente las editoriales publican solo libros de gente que defienda las teorías de la izquierda, algunos también editan algunos libros promocionando la derecha, pero todas silencian de manera absoluta obras que rescaten la verdad de lo sucedido en Chile en los últimos 50 años.

Para aquellos que tienen interés en conocer la realidad verdadera de los hechos de nuestra historia reciente les recomendamos ingresar a la pagina de Editorial Maye, donde además de encontrar libros que las librerías no venden, encontrará valores bajos en oferta.

http://www.maye.cl/