¿Y Dónde Está
la "Fortuna" de Pinochet?,
por Hermógenes Pérez de
Arce.
Periódicamente se resucita el "caso
Riggs" para enlodar la memoria del más importante estadista chileno del
siglo XX. Hasta no hace mucho sus detractores decían que la "fortuna"
de Pinochet era de 27 millones de dólares. Ahora, sin explicación, la han
reducido a 17 millones, según un "informe" de la Universidad de
Chile. Pero eso tampoco es verdad.
Dejemos primero establecido un hecho: cuando
Impuestos Internos, bajo un Director socialista, examinó los ingresos y gastos
de Pinochet durante sus 17 años de Gobierno (1973-1990), sólo encontró 544 mil
dólares sin explicar ("La Tercera", 8 de octubre de 2005, p. 4). Una
suma irrisoria, equivalente a lo que los Gobernantes de la Concertación se
llevaban cada dos meses para la casa en sobres clandestinos con billetes
("fue una corruptela", reconoció el inefable don Patricio cuando se
comprobó que esa práctica se había iniciado bajo su Gobierno). Pablo Longueira
salvó a Ricardo Lagos y a la Concertación del escándalo, mediante una verdadera
"Ley de Amnistía" extraordinariamente generosa, pues lo que hasta
entonces se robaban fue agregado a sus sueldos. Los concertacionistas nunca le
agradecieron debidamente. Entonces Impuestos Internos dictaminó que los gastos
reservados no podían examinarse. "Hecha la trampa, hecha la Ley",
comentó en esos días un feligrés de mis columnas en "El Mercurio". Y
la Concertación quedó impoluta. Lo malo es que después volvió a dejar de
estarlo, tras una renovada lista de escándalos.
Entonces, que quede claro: la acción de Gobernante
de Pinochet no fue el origen del patrimonio que después reunió. Desde luego, en
su declaración inicial de bienes, hecha al asumir el poder en 1973, se advertía
ya un conjunto de haberes que, en dinero de hoy, equivaldría a cerca de 3
millones de dólares. A ello se sumaron los ahorros de todo su período de Gobernante
y los numerosos donativos que recibió. Hasta hubo un ciudadano sueco, Jorn
Wilhelm Sjersted, que en 1982 lo designó heredero de su fortuna. Seguramente
para compensar el daño que el Primer Ministro sueco, Olof Palme, infería a
Chile, al contribuir públicamente a financiar el terrorismo comunista (FPMR) de
acá. Pero ¡justicia divina!: a Palme lo asesinó un terrorista.
Pero las mayores ganancias las obtuvo el General
después de 1990, a raíz de que el dueño del Banco Riggs, Mr. Albritton, otro
gran admirador del General por su contribución a la caída del comunismo y a la
liberación de centenares de millones de seres humanos, lo visitó en Chile a
mediados de la década y le ofreció administrarle sus ahorros (que él suponía,
con razón, amenazados por la vindicta del marxismo local). Le prometía una
buena rentabilidad, la cual consiguió. Esto lo reconoce el Informe del Senado
norteamericano que dio a conocer la cuenta del General en el Riggs. La misma
fue originalmente detectada por izquierdistas norteamericanos gracias a la
"Patriotic Act" destinada a permitir el examen de cuentas privadas,
con motivo del atentado a las Torres Gemelas. Por esas ganancias el entorno del
General pagó impuestos por nueve millones de dólares en Chile, equivalentes al
132 por ciento del patrimonio gravado, pago que contribuyeron a financiar personas
próximas y admiradoras del General. Los detalles pueden verse en mi libro
"Terapia para Cerebros Lavados", páginas 422 y siguientes.
El hecho es que los Jueces empeñados en
investigar "la fortuna de Pinochet", con atribuciones para hacerse de
todo lo que aparezca a su nombre en cualquier lugar de Chile o el mundo, han
logrado incautar dos millones 600 mil dólares, que es la suma que tienen hoy en
su poder. De esta cantidad, periódicamente la cónyuge del General debe
solicitar giros para poder pagar las contribuciones de sus inmuebles, algunos
de los cuales provienen de donativos de personas agradecidas de su acción
salvadora de la Patria. Pues la supuesta "fortuna de Pinochet" de 17
millones de dólares no está en ninguna otra parte.
En efecto, esos 17 millones
"comprobados" por la Universidad de Chile nunca existieron. El perito
Gonzalo Marín Orrego perició el verdadero patrimonio del General después del
2000 y descubrió numerosos errores y dobles contabilizaciones. En "El
Mercurio" del 20 de octubre de 2007, págima C 15, la publicación de su
peritaje mostró una suma final líquida de 7,4 millones de dólares, los cuales
se componen de sus bienes raíces y de los 2,6 millones en poder del Tribunal.
Entremedio, un politizado Consejo de Defensa
del Estado, con gran publicidad y declaraciones estentóreas de sus abogadas de
izquierda sobre "lavado de dinero", ha iniciado acciones que
terminaron en nada. A raíz de una cuenta del General en el Banco Espirito Santo
de Miami, el citado Consejo intentó hacerla incautar alegando que provenía de
"recursos Fiscales malhabidos", pero el banco norteamericano se defendió
y ganó el juicio, pues demostró que el origen de los fondos se explicaba con
los ingresos propios del General. Claro, no hubo la misma publicidad para el
fallo que para el anuncio de la demanda del CDE.
Cuando, pocos días antes del fallecimiento del
General, nos reunimos un grupo de amigos suyos a almorzar con él, y estando en
medio de la salvaje campaña de calumnias sobre su patrimonio, que rodeó sus
últimos días de vida, él nos declaró textualmente: "Juro por la memoria de
mi madre que nunca tomé un peso que no me correspondiera".
El tiempo ha confirmado y seguirá confirmando
que nos decía la verdad.
Lo creo absolutamente.
ResponderEliminarGracias por la información detallada... Lo guardaré para defender con fundamentos públicos los ataques desinformados de muchos... Porque es muy fácil poner en práctica aquel SLOGAN DE LA IZQUIERDA que todos sabemos, pero pocos reconocen... "MIENTE... MIENTE, QUE ALGO QUEDA..." para enlodar... sin importar a qué costo..
ResponderEliminarDn. HermogenesPerz de Arce, lo felicito, siempre al dia y sin temor, la justicia investigo y no encontro nada anormal; que mas quiere la oposicion del Ex-presidente de la Republica de Chile Dn. Augusto Pinochet Ugarte (Q.E.P.D), que done sus bienes para cancelar los sueldos vergonzosos de los politicos?
ResponderEliminarY la compra de la empresa Valmoval, pagada por Augusto Pinochet, a través de tres cheques —los llamados «pinocheques»— por un monto cercano a los 3 millones de dólares fueron una ilusión?... y si no era culpable de nada, ¿porque acuarteló al ejercito y presionó al gobierno para que no siguieran investigando? Me van a disculpar, pero este señor fue un corrupto y se demostró más de una vez.
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