viernes, 9 de agosto de 2013

Que Por Favor Dejen de "Hacerse los Suecos...


(Eva Zetterberg, Embajadora de Suecia en Chile desde
el  2009, tiene en su currículo haber sido Parlamentario
y miembro del Directorio de la Agencia Sueca de
Cooperación Internacional para el Desarrollo, además de
haber sido la representante Diplomático de su país en
Nicaragua.)



Que Por Favor Dejen de "Hacerse los Suecos",
por Hermógenes Pérez de Arce.


Doña Eva Zetterberg es la Embajadora de Suecia y escribió una indignada carta a "El Mostrador", a raíz de mi anterior blog, que fue reproducido por ese medio. En él yo declaraba un acto de "justicia divina" el asesinato por un terrorista, en los años '80, del Primer Ministro sueco Olof Palme, quien había sido un activo propiciador del terrorismo contra el Gobierno Militar chileno, como que públicamente había hecho un donativo en una colecta llevada a cabo por exiliados chilenos en Suecia para financiar al brazo armado comunista FPMR, que perpetraba en esa época numerosos atentados en nuestro país, entre ellos el asesinato del líder poblacional de la UDI, Simón Yévenes. Después, en 1991, dicho Frente asesinó al Senador de la misma colectividad, Jaime Guzmán.


La Embajadora, en su carta, dice que es falso que Palme haya sido víctima de un atentado terrorista, y que también lo es que él haya contribuido a financiar actos terroristas en Chile. Lo primero es materia opinable. Yo considero que el asesinato de un político sin que se sepa la motivación de su asesino ni haya una de carácter personal puede razonablemente ser considerado un acto terrorista.


Pero también ella sostiene que es falso que Palme aportara dinero a una colecta pública para financiar al FPMR, y en eso sí que no tengo duda de que se equivoca, pues el cable, en su momento, informó en Chile de dicho donativo y yo recuerdo perfectamente haberlo leído, aunque en este instante no pueda citar la fecha de la publicación, pues estoy fuera de Santiago e inhabilitado de rastrear la prensa de hace treinta años, lo cual haré cuando regrese. Pero, de que lo leí, estoy seguro, y por eso periódicamente lo he recordado en mis escritos. Ciertamente lo debo haber reiterado también en la columna que en esos años mantenía en "El Mercurio", sin ser nunca desmentido por la Embajada sueca. Como también estoy cierto de haber catalogado el posterior asesinato de Palme como un acto de "justicia divina", que parece ser lo que más ha escandalizado a la actual Embajadora. Tal vez deba explicarle que ésa es una alocución bastante corriente en Chile para situaciones similares, desde que Julio Martínez la inmortalizara en 1962, al relatar el gol de Leonel Sánchez a la URSS en el Mundial de ese año, que fue convertido después de una decisión arbitral injusta en perjuicio de Chile en el respectivo partido.


Con todo, le reconozco a doña Eva Zetterberg su derecho a objetar que se le atribuya a la Divina Providencia un disparo que dio muerte a alguien, aunque haya sido Olof Palme.


Por lo demás éste, desde el propio 11 de septiembre de 1973 (no hay prueba de que lo haya hecho antes) comprobadamente favoreció a los terroristas de izquierda. Su Embajador en Chile, Harald Edelstam, aun más izquierdista que él, se hizo cargo en aquella fecha de la Embajada cubana en Santiago, que estaba repleta de armamento subversivo. Éste, ya bajo la tuición sueca, fue transferido al MIR, el principal grupo terrorista de entonces. Esto último fue reconocido por un ex mirista, Max Marambio, que estaba en la Embajada cubana cuando la misma había quedado bajo la responsabilidad sueca. En la revista "Qué Pasa" de 15 de junio de 2007, Marambio, que ya se había convertido a la buena doctrina (lo mismo que hicieron también los propios suecos por amplia mayoría, hasta llegar a adoptar el modelo chileno de cuentas privadas de pensiones provisionales), confesó que "se las arregló para traspasarle al MIR un arsenal que habían dejado en el sótano de la residencia Diplomática los militares y funcionarios cubanos", entonces bajo la tuición de los encargados suecos, que al parecer se hicieron los ídem.


En fin, probablemente ha sido otra manifestación de "justicia divina" que el país de Edelstam y Palme haya terminado por adoptar el modelo económico-social de Pinochet, al cual ambos tanto odiaron y hostilizaron. Por lo mismo, ya es hora de que los (y las) de ese país dejen de seguir "haciéndose los suecos" en relación a las gravísimas responsabilidades que tuvieron en la proliferación del terrorismo en Chile, con su secuela de víctimas, tres y cuatro décadas atrás.
 


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