miércoles, 9 de octubre de 2013

El Primer Cerebro Lavado de la República, por Hermógenes Pérez de Arce Ibieta.






El Primer Cerebro Lavado de la República,
por Hermógenes Pérez de Arce Ibieta.


George Orwell escribía, en su premonitoria novela "1984", "el que controla el presente, controla el pasado; y el que controla el pasado, controla el futuro". Chile, hoy, es singularmente parecido al país de "1984" y, por lo mismo, está teniendo lugar entre nosotros ese apotegma de Orwell. La extrema izquierda ha logrado controlar los medios de comunicación del presente y, gracias a eso, hacer prevalecer en el país su propia versión del pasado (la cual, por cierto, nada tiene que ver con la realidad). Como controla el pasado, ahora controla el futuro, tanto que ella se hará prontamente de todos los resortes del poder que le han sido brindados en bandeja por personajes de escasa personalidad, incapaces de defender la verdad, sin lealtad alguna con nadie, pusilánimes y ensimismados en su propio lucimiento. Más preocupados de flotar en la cresta de la ola de la popularidad barata y de remontar en la próxima encuesta que de cualquier otra cosa, como la lucha por la verdad o la búsqueda de un mejor destino para el país, por ejemplo.


Yo desde hace años vengo advirtiendo contra el lavado colectivo de cerebros, que comenzó a practicarse realmente en serio entre nosotros con ese instrumento, paradigma de la falsificación histórica, conocido como "Informe Rettig", merecedor de un lugar en el "Hall of Fame" de los prestidigitadores, pues hizo desaparecer por arte de birlibirloque a un ejército clandestino marxista de más de veinte mil hombres. Pero como éstos habían matado 423 personas (301 de ellas entre el 11 de septiembre y el 31 de diciembre de 1973), el "Informe" (que en un principio había reconocido sólo 161 de esos muertos, pero fue rectificado por la Comisión que lo sucedió) tras ardua deliberación, decidió atribuir tales muertes a entes imposibles de identificar, como "la violencia política" o "particulares actuando por motivaciones políticas", cuando todo el mundo sabía que los habían matado el MIR, el FPMR, y, algunos, los escasos guerrilleros del MAPU y la Izquierda Cristiana.


A ninguno de éstos se le podía nombrar ni inculpar, porque precisamente el "Informe" tenía por objeto atraer el apoyo comunista y socialista a don Patricio Aylwin II (pues don Patricio Aylwin I había gatillado el golpe y defendido vehementemente a los militares cuando ultimaban a 1.523 extremistas en los primeros meses tras el "11", al costo de los 301 caídos propios ya mencionados). Y así la extrema izquierda fue comprada mediante la falsificación de la historia y a expensas de enormes pagos financiados por los contribuyentes. Y ella no sólo votó por Aylwin II sino que garantizó la Gobernabilidad a la centroizquierda que la sobornó, sin otros exabruptos que los de asesinar a ex agentes del Estado que habían combatido la guerrilla, a un Senador que se había opuesto al amplio perdón que les brindó el mismo Aylwin II y herir gravemente a un ex miembro de la Junta y a otro General.


Pero una colección de mentiras bien urdidas puede cambiar la historia, y en este 40° aniversario del 11 el marxismo lo ha hecho. Un canal televisivo manejado por la extrema izquierda y que es propiedad de un magnate norteamericano, seguramente sólo interesado en el "profit margin", montó unas teleseries destinadas a deshonrar al Gobierno Militar en las cuales TODO es falso. Pues fue falso que la Junta tuviera siquiera noción de las muertes y entierros de Lonquén de que la inculpan; fue falso que agentes del Estado quemaran a dos jóvenes en Santiago, pues, lejos de eso, eran éstos los incendiarios y portadores de combustibles inflamables y los militares los apagaron; fue falso que el Gobierno Militar tuviera algo que ver en el degollamiento de tres comunistas y cabecillas del FPMR, uno de los cuales se había infiltrado en la Vicaría de la Solidaridad, donde reclutó a un frentista; fue falso que la comitiva del General Arellano tuviera la misión de matar sin juicio; y fue falso que el Gobierno Militar asesinara al padre Jarlan, muerto por una bala perdida y por una causa tan ajena a ese Gobierno como lo es al actual la grave herida de un joven en el centro por otra bala perdida disparada por un gendarme acosado por el populacho.


Pero todas esas falsedades han sido tan bien montadas y tan ampliamente divulgadas que han hecho caer a los incautos, desprevenidos y desinformados, a la cabeza de los cuales, como de casi todo en estos tres años y tanto, ha estado el Presidente de la República. El hecho de haberse convertido en el Primer Cerebro Lavado de la República ha tenido consecuencias políticas trascendentales, pues convirtió con sus palabras y actuaciones el 40° aniversario del 11 en un verdadero "derby de demolición" de la derecha que lo llevó al poder y que fue fiel sustentadora del Gobierno Militar que salvó a Chile, lo dotó de una democracia estable y lo convirtió en una sociedad libre y próspera.


Con escasa información y nula documentación nuestro lábil Jefe del Estado "cayó redondo" en la red de falsedades encabezada por Chilevisión y glosada por los columnistas DC y de izquierda, algunos manifiestamente desinformados y otros manifiestamente malintencionados. Y Piñera compró completo el balurdo de mentiras marxistas. Dado eso, y desesperado de verse siendo parte de los herederos de un régimen acusado de sanguinario, se volvió loco de angustia y atinó a tratar de salvar lo más valioso para él en este mundo, que es su propia figura. Tratando de encontrar a alguien a quién echarle la culpa, fulminó a su propia gente: "Algunos creyeron posible ignorar la conmemoración de los 40 años, hacer como que el golpe militar nunca existió o ignorar el tremendo impacto que la cobertura de los medios de comunicación tuvo sobre la sociedad chilena. Ése es el silencio de los que no tienen el coraje para enfrentar la verdad y la realidad. El Gobierno no optó por ese camino". Nótense sus palabras, equivalentes a una confesión del lavado cerebral: "...el tremendo impacto que la cobertura de los medios de comunicación tuvo sobre la sociedad chilena". Se tragó completo el cuento de las teleseries marxistas.


Por supuesto que no optó por defender la verdad, sino que "tuvo el coraje" de arrancar a unirse al adversario. "Sálvese quien pueda", gritó Piñera, y el primero que intentaba salvarse era él. De ahí a su tardía venganza contra los ancianos presos políticos de "Cordillera" había un paso, consistente en traicionar a quienes había prometido como candidato hacer valer el debido proceso y la prescripción. Lejos de eso, los insultó públicamente, tratándolos de "criminales violadores de los derechos humanos". La extrema izquierda, sorprendida de que el supuesto Jefe de las huestes contrarias se hubiera tragado completo el anzuelo de sus mentiras, el cual sólo pensaba destinado al grueso, ignorante y pasivo público de las teleseries, no había creído posible que el Presidente de la República hubiera sido el exponente más representativo de esa masa ignara y fácil de engañar y manipular. Pero lo era, y eso ha cambiado el curso de la historia política del país.


Hoy leía en "El Mostrador" las declaraciones del Diputado Pedro Browne, de RN, fiel exponente de la llamada "nueva derecha", convocando a sus huestes a abandonar el campo de batalla de la verdad histórica al enemigo y arrancar, siguiendo a Piñera, hacia el otro bando. "La derecha ha cometido el error histórico de defender lo indefendible", dice. ¿Qué es lo indefendible? La verdad. La da por derrotada. Es una "mochila". Que los milicos carguen con ella. ¡Qué parecido a otros que conocemos! "Esto se arregla sólo con fusiles"..."Ustedes tienen las bayonetas (dirigiéndose a un General), pero no las usan" (Frei Montalva, 1973). "Yo no me siento con autoridad para juzgar si (los militares) han sido excesivos o no, porque lo cierto es que han tenido muchas bajas y han recibido la acción (Patricio Aylwin I, 1973). "Veinte años después" metió a la cárcel a los militares, los crucificó moralmente "urbi et orbi" y hasta se olvidó de todos los llamados que les había hecho para salvar al país y de las propias cosas expresadas en su defensa "cuando los extremistas nos iban a matar a todos" (Rafael Retamal, 1974).


¿La "nueva derecha" debe hacer lo mismo? A lo mejor le conviene. Que marche, entonces, hacia el otro bando, sin "debilidad ética" alguna, con la chaqueta convenientemente virada y siguiendo el ejemplo de su jefe, este nuevo Alcalde de "La Pérgola de las Flores", que "a todos les dice que sí, pero siempre hace lo que le conviene más".

1 comentario:

  1. Es insufrible para los que vivimos la época, escuchar a los comunistas de mierda y su seguidores, como despotrican contra el ejército y como tergiversan los hechos. Pero mas me duele ver al comandante en jefe callado y sin apoyo ninguno a sus compañeros de armas.Una verguenza

    ResponderEliminar