jueves, 12 de diciembre de 2013

Cerebros Incompletamente Lavados, por Hermógenes Pérez de Arce Ibieta.






Cerebros Incompletamente Lavados,
por Hermógenes Pérez de Arce Ibieta.


Matthei ganó ampliamente el debate de Anatel y probó estar mejor informada y documentada que Bachelet, dejando de manifiesto la falta de liderazgo y capacidad de decisión de ésta en circunstancias críticas. De modo que si los chilenos fuéramos ciudadanos reflexivos, cultos e informados acerca de lo que conviene al país y hubiéramos todos visto el foro, no cabría duda de que la primera iría a ganar la elección del domingo. Pero todos sabemos que los chilenos no somos así, que mayoritariamente creemos que el Gobierno nos puede hacer a todos iguales a Horst Paulmann, Eliodoro Matte o Andrónico Luksic o, por último, les puede quitar gran parte de su plata y repartirla entre los demás para que puedan comprar todo lo que les falta, y por eso las encuestas anuncian el triunfo de Bachelet. ¡Qué le vamos a hacer! La historia dice que nos damos un balazo en el pie cada 40 años y han pasado 40 años.


Y si la mayoría "no cacha ni una" y se traga todos los eslóganes vacuos de la Camila Vallejo, la Karol Kariola, Gabriel Boric y Giorgio Jackson, allá ella, pero la minoría que "cacha algo", emprende e invierte, se ha dado cuenta de cómo viene la mano y por eso la Bolsa cae y se reducen los flujos de recursos hacia el país. Si no me cree, aplique usted su propio sentido común: si le anuncian que le van a quitar otra parte más de sus ganancias a través de mayores impuestos y que le van a debilitar su derecho de propiedad en una nueva Constitución que va a redactar "la calle" ¿va usted a invertir más o menos que antes en Chile? Elemental, querido Watson.


De modo que no vale la pena seguir dándole vueltas al asunto de la segunda vuelta y entretengámonos en otras cosas. Por ejemplo, en la ceremonia que compartieron la Lorena Fries y Sebastián Piñera por el aniversario del Instituto de Derechos Humanos. Para el segundo, todo esto forma parte de la última "pasada" política que ha discurrido con el fin de remontar en las encuestas y quedar posicionado para el 2017, cuya campaña comienza el lunes. Ya encabezó los 40 años del Pronunciamiento, condenándolo y denostándolo, y trasladó a los veteranos presos políticos de "Cordillera" a "Punta Peuco" para conseguir más apoyos de izquierda. Ahora celebra junto a la Lorena Fries con igual propósito. Pero esta última no está contenta de haber conseguido el respaldo y financiamiento de un supuesto Gobierno de centro-derecha (que en realidad es otro más de la Concertación) para toda su tramoya de los derechos humanos, porque ella quiere más. Quiere que no quede ningún cerebro sin lavar en el país.


Véase lo que escribió anteayer a "El Mercurio" (cartas): "...es una preocupación que un porcentaje de la población, cercano al 20%, considere, según la misma encuesta (II Encuesta Nacional de Derechos Humanos) que violar los derechos humanos fue necesario para alcanzar la paz social. Esto es inaceptable y refuerza el diagnóstico del INDH sobre la necesidad de la educación en derechos humanos y el análisis de la dictadura en los planes de estudios, como período histórico en que se enmarcan los crímenes de lesa humanidad perpetrados en nombre del Estado". Es decir, si gana Bachelet va a profundizar la labor de Fries-Piñera hasta que no quede nadie, salvo el que este escribe, que divulgue la verdad histórica según la cual el agresor fue la guerrilla armada marxista y la agredida la democracia chilena, que los demócratas les pidieron a los uniformados derrotar a la primera por las armas; que éstas lo hicieron, con el aplauso de los demócratas, representados por Frei Montalva, Aylwin, Bossay, Jarpa y sus seguidores; que después los dos primeros se cambiaron de bando y crucificaron a los uniformados para atraerse el apoyo marxista y que hoy casi todo el mundo tiene el cerebro lavado y los guerrilleros y terroristas se transformaron en "víctimas", los agresores en agredidos y los totalitarios en "demócratas".


Anoche vi a Lagos Weber, que antes solía ser un tipo moderado, muy airado por lo mal que le fue a su candidata en el debate, diciendo algo aparentemente "nada que ver": que no iban a aceptar que quedara nadie, pero nadie, que no condenara los atropellos a los derechos humanos del Gobierno Militar. Es igual que en "1984" de Orwell: todo es culpa del villano oficial de la sociedad, Emmanuel Goldstein en la novela y Augusto Pinochet en el Chile actual. Son el Enemigo Público Número Uno. ¿Fracasó la candidata en el debate? Culpa de Pinochet. "No descansaremos hasta que no quede nadie que no condene a la dictadura de Pinochet", o algo parecido, dijo Lagos Weber, mientras le temblaba la perilla blanca que ha cultivado y que está cada vez más larga. Cuando ésta todavía no había encanecido y la tenía más corta, era un tipo que hasta habría podido pasar por amable. Pero ahora se ha vuelto un socialista ácido más. Y nos anticipa que, aparte de darle al país el balazo en el pie que corresponde históricamente, junto a la Lorena Fries y su Instituto, no van a dejar en él un solo cerebro sin lavar.


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