Nueva Etapa de la
Revolución,
por Hermógenes Pérez de Arce.
Nuestra revolución marxista ha pasado a otra etapa. Hasta ahora se
desarrollaba vía proyectos de Ley actuales o futuros (impuestos, educación,
Constitución) o anuncios expropiatorios como los relativos a los derechos de
agua o las cotizaciones de salud.
Ahora el Ministro Arenas quiere pasar
a la etapa de las apropiaciones estilo Kirchner, que yo he llamado “zarpazos”:
para financiar la capitalización de Codelco por US$4 mil millones, pretende
parte de los Fondos Soberanos y de Reserva Previsional, que están invertidos en
el exterior en papeles de primera clase y se supone destinados a superar los
períodos de “vacas flacas” de la economía interna y a respaldar las futuras
pensiones solidarias.
Esos fondos son administrados por un
Comité Financiero autónomo, cuyo Presidente, Arturo Cifuentes, se opuso al
antedicho “zarpazo”, lo que molestó a Arenas, quien le pidió la renuncia. Al no
presentarla aquél, lo destituyó. Pero este procedimiento ha sido objetado por
la Contraloría, y a raíz de eso el Gobierno ha dictado un decreto que autoriza
al Ministro de Hacienda a destituir al Presidente del Comité Financiero
mediante una simple resolución. Dictada ésta, dará el “zarpazo”.
Cifuentes tiene
toda la razón al oponerse a que los Fondos Soberanos y de Reserva Previsional
vayan a una empresa que dilapida irresponsablemente los recursos y que ha
protagonizado en años pasados “el mayor desastre financiero que haya afectado a
los chilenos”, como ha denunciado su ex director, Andrés Tagle. Pues a raíz de
ruinosos contratos de ventas futuras a clientes chinos, a precios de menos de
la mitad del de mercado, y siendo ventas de cobre que no tenía, Codelco tuvo
que comprarlo por US$4.700 millones de dólares en la Bolsa de Londres, “para
pagar a las contrapartes, que sin duda se hicieron más ricas en la misma
cantidad a costa del error”, según ha escrito Tagle (“La Tercera”, 23.08.14).
Ya desde la
administración Aylwin Codelco venía haciendo pilatunadas ruinosas en
operaciones a futuro (“davilazo”.) Pero entonces costaron sólo centenares de
millones de dólares en pérdidas, mientras las más recientes han sido de miles
de millones.
Claro, Codelco no
es, de hecho, “de todos los chilenos”, como muchos de éstos repiten y creen,
sino una empresa Estatal que ha sido “privatizada” por el marxismo. Los
sindicatos marxistas consiguen, bajo la amenaza de la fuerza, condiciones y
bonos muy por sobre los de mercado. Los prohombres de la izquierda han sido sorprendidos
medrando de Codelco de manera impresentable, como en el caso de un Embajador
que, junto a este desempeño, hacía informes mensuales absolutamente
prescindibles para la empresa, sobre temas tan ajenos a su giro como los
conflictos en el oriente. Esos informes le reportaban millones de pesos
mensuales a su ¿autor?, pero casi nadie los leía, salvo una persona que
comprobó que estaban escritos a mano y con una letra cambiante de un mes a
otro, sugiriendo el uso de una institución izquierdista de antiguo cuño, el
“medio pollo”.
Sabiendo todo eso, Arenas quiere
obligar a los Fondos Soberanos y de Respaldo Previsional a financiar la
ampliación de la dispendiosa empresa. ¿Por qué, en vez de eso, no empiezan los
“beneficiarios” marxistas de su “privatización” clandestina por “apretarse el
cinturón”, dejar de vender cobre a menos de la mitad de su precio y así, por la
vía del mejoramiento de sus resultados, obtienen los créditos que necesitan
para ampliar su operación?
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