Mañosamente pretenden comparar a Nelson
Mandela, que llevó Sudáfrica a la verdad y a la reconciliación, con Patricio
Aylwin, que en Chile falseó la verdad y condenó al país, con mezquinos fines
electorales, a mantener abiertas y supurantes las heridas del pasado provocadas
por sus actuales socios.
Acerca de
Cómo se Engaña a los Chilenos,
por Hermógenes Pérez de
Arce.
Sólo un pueblo muy engañado podía elegir cinco Gobiernos
seguidos de la Concertación, y aprestarse a elegir un sexto, como lo ha hecho y
se dispone a hacer el nuestro. Pues bajo el actual V lo siguen engañando, como
se probó con la falsificación histórica encabezada por Piñera con motivo de los
40 años de la Segunda Independencia Nacional, la misma que nos libró del yugo
soviético.
Y el engaño colectivo continúa. Ahora, con la
prueba PISA. Nótese el grado en que se ha silenciado su principal conclusión, que es la de que en Chile la educación
Particular Pagada es la que alcanza los mejores resultados y supera al promedio
de los países de la OECD. Esto apareció en "La Segunda" y en
"La Tercera", pero fue omitido en el principal diario, siendo el
resultado más importante. ¿Algún comentarista ha reparado en ello, salvo el de
este blog? Ninguno de los que he leído. Peor aún, dos profesores del Centro de
Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile, en "La
Tercera" de ayer, comentan la prueba PISA y afirman textualmente que sus
resultados "confirman que las escuelas privadas no son más efectivas que
las públicas", siendo la verdad todo lo contrario: Matemática: Enseñanza
Pública, 391 puntos, Particular Pagada, 518 puntos. Lectura: Pública, 412
puntos, Particular Pagada 522; Ciencias: Pública, 414 puntos, Particular Pagada
529 puntos.
¿Y qué ha hecho el país frente a esta realidad,
que es de antigua data? Ha más que triplicado los recursos para la enseñanza
peor, la Pública, y se dispone a soportar un gran aumento de impuestos para
volver a multiplicar el chorro en el tonel sin fondos de la burocracia
educacional socialista, en lugar de darle la plata actual a la gente para que
ella elija establecimientos de enseñanza particular, con lo que los estudiantes
darían un salto gigantesco en aprendizaje. Pero ¿cómo o va a hacer eso el país,
si vive engañado y no sabe la verdad; sobre todo si mayoritariamente ha
aprendido bajo la tutela del Estado y no entiende lo que lee? Y lo peor está
por venir: "El Otro Modelo" anticipa la prohibición de la Enseñanza
Particular Pagada. Es que nos hace más desiguales, porque enseña demasiado a
ciertos niños. No hay duda: tenemos del año que nos pidan.
Si hubiera una candidatura Presidencial
realmente de derecha, su lema debería ser: "Todos los Niños Chilenos a
Colegios Particulares Pagados". Y, una vez elegida, sacaría la plata del
monstruo burocrático socialista y se la daría a las familias junto con su
libertad de elegir colegios. Por supuesto, la gente elegiría los mejores y
hasta los profesores comunistas tendrían que competir por ofrecer buena
enseñanza particular pagada (pues los colegios Municipales se licitarían y
pasarían a ser privados).
Y en estos días también están engañando a los
pobres chilenos con otra cosa: a raíz de la muerte de Nelson Mandela. Y nos
cuentan el cuento de que él creó una "Comisión de Verdad y
Reconciliación" a imagen y semejanza de la creada por Aylwin. Falso de
falsedad absoluta, porque la comisión de Aylwin falsificó la historia (luego,
no fue de "Verdad") para poder exculpar a los grandes responsables de
la violencia armada, los partidos de la Unidad Popular; y poder sentar en el banquillo de los acusados a los militares,
convirtiéndolos en presos políticos ilegalmente condenados, mientras al
mismo tiempo se ha perdonado a todos los terroristas de extrema izquierda,
cuyos muertos la Comisión Rettig ni siquiera les atribuye a aquéllos, pues los
adjudica a un ente innominado llamado "violencia política",
precisamente para ocultar la verdad, que era que los mataban la guerrilla
socialista-comunista-mirista-mapucista-izquierdista cristiana, cuyos votos
necesitó Aylwin para ser Presidente y así pagó.
Pero lo peor de esta Gran Mentira reside en que
Mandela hizo efectiva no sólo la Verdad,
sino también la Reconciliación, pues amnistió a todos los inculpados de ambos
bandos, tanto blancos defensores del apartheid como negros guerrilleros por
igual. Se aplicó plenamente la amnistía y se hizo efectivo un olvido total,
única vía para la reconciliación, que allá es hoy completa y cabal, a la
inversa de acá.
Y al revés de Mandela, Aylwin mantuvo las
heridas abiertas y en 1991 le escribió a la Corte Suprema una carta
(inconstitucional) para que los Jueces no aplicaran la amnistía sino hasta el
final de los juicios, lo que determinó el desfile de militares por los Juzgados
y fue el primer paso para desconocerles por completo, finalmente, esa eximente.
Así, se les persigue ilícitamente hasta hoy y el V Gobierno de la Concertación,
Presidido por Piñera, ha multiplicado por cuatro el número de procesos en su
contra, agudizando así el contraste con el perdón otorgado a todos los terroristas
de izquierda, y, para colmo, añadiendo infamia al agravio al suprimir el único
penal que ofrecía garantías mínimas de decencia, hacinando a los militares
lejos de los establecimientos hospitalarios a que deben acudir los presos
ancianos y enfermos, que son mayoría. Jamás
Mandela habría incurrido en semejantes bajezas.
Claro, esto tampoco habría podido suceder si
hubiéramos tenido una derecha política con personalidad. Pero imagínense
ustedes si tal cosa podía ser posible cuando ella estaba encabezada por un
personaje como Sebastián Piñera, que ha hecho suya la versión histórica
falsificada de la izquierda y se ha ido, pocos días atrás, a abrazar con
Aylwin, expresándose ambos mutua admiración (lo que está bien, porque son
hermanos en la traición a los militares).
Facilita el engaño general el lavado de
cerebros registrado en el país. Antenoche vi un debate en el canal del Senado
entre Patricio Melero (UDI) y Osvaldo Andrade (PS), y este último le aseguraba
al primero que, en el futuro gobierno de Bachelet, no iban a
"avasallar" a la oposición, como lo había hecho el Gobierno Militar.
Melero asintió apresuradamente ante esto último, que por supuesto es una
falsedad y sólo un testimonio del cinismo que caracteriza a Andrade, pues su
partido, el Socialista, durante la década del '60 llamó repetida y
sistemáticamente a tomarse el poder por las armas y, hasta donde yo entiendo,
las armas son no sólo para para "avasallar" a los adversarios sino
para matarlos. Y esa política la continuó el Gobierno de la Unidad Popular, que
hasta introdujo tropas cubanas a Chile y admitió doce mil ingresos clandestinos
de extranjeros, que vinieron a sumarse a los diez mil sujetos en armas que
tenían los partidos del régimen, según contabilidad de Altamirano en el libro
de Politzer. El Gobierno Militar, llamado por los líderes democráticos (entre
ellos Aylwin) frustró ese avasallamiento marxista por las armas.
Bueno, en un esfuerzo tardío pero promisorio,
mañana sábado, en el Memorial de Jaime Guzmán, a la entrada de Vitacura, funcionará
una "Feria del Buen Libro" en que estarán las publicaciones que
relatan la verdad histórica, entre ellas la mía más reciente, "Ni Verdad
Ni Reconciliación", en que se prueba que la Comisión organizada por Aylwin
para sus propios fines electorales no tuvo nada qué ver con la creada por
Mandela, que realmente consiguió la reconciliación en Sudáfrica, extendiendo un
verdadero perdón a ambos bandos en pugna y no a uno solo. ¡Por favor, que no vayan a comparar a Mandela con Aylwin, porque la
República de Sudáfrica podría retirar su embajador! O debería hacerlo.
Y todo esto termina todavía peor, si fuere
posible, pues Piñera nos pretende convencer de que su popularidad ya va en 43
por ciento. Nunca las encuestas independientes, como CEP y CERC, le han dado
más de 35 por ciento de adhesión, pero, cuando aparecen, los medios casi no las
publican. Y son menos frecuentes que la favorita de Piñera. Ya anoche vi en TV
a una panegirista de Piñera vaticinando que éste dejará la Presidencia con un
60 por ciento de popularidad. Si es verdad que el dinero todo lo puede,
entonces va a suceder. Pero, entretanto, su V Gobierno de la Concertación,
dedicado a crear Ministerios, subir impuestos, dejarnos sin energía eléctrica a
corto plazo o con una más cara y disminuir la inversión y el crecimiento (ya
pocos dudan de que este año costará llegar al cuatro por ciento, mientras el
desempleo promedio va a volver a más de seis), le va a dejar una pesada
herencia a su sucesora, que ha elaborado cuidadosamente un programa dirigido a
deteriorar las cosas todavía más y por el cual los chilenos, irreconciliables e
irreconciliados, abundantemente engañados e ignorantes de la verdad, van a ir a
votar mayoritariamente en unos días más.
Con razón dicen que los países tienen los
gobiernos que se merecen.
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