La
"Fortaleza Ética" de Hinzpeter,
por Hermógenes Pérez de
Arce.
El Ministro de Defensa parece creer que por
haber comprado él, íntegro, el balurdo histórico-político de la Nueva Mayoría y
haber sucumbido en el torrente de falsificaciones propagandísticas que se ha
volcado sobre la opinión pública chilena en los 40 años del Pronunciamiento, su
persona ha adquirido una estatura moral superior, así que endosa el
calificativo de "debilidad ética" a los que todavía no nos hemos
cambiado de bando en el grado en que lo ha hecho él.
Recordemos que su enfermedad no es nueva. Ya
durante la campaña presidencial de 2009 había anunciado ("Qué Pasa")
la victoriosa estrategia de "abrazar las banderas de la
Concertación", tránsito hacia el otro lado que simbolizó gráficamente con
sus satisfechas fotografías posteriores bajo el retrato de Allende, que
conservó decidoramente en sus oficinas de Interior.
Digno seguidor de su jefe actual y de años,
ahora ya está plenamente incorporado a las huestes del "No", y
aprovecha la coyuntura de haber defraudado a los militares procesados, a los
cuales se había prometido debido proceso, adecuada aplicación de tratados
internacionales, aceleración de los juicios y vigencia de la prescripción, para
cubrirlos de vituperios tales como "asesinos y violadores de derechos
humanos", añadiendo así la injuria al daño de haberlos trasladado a un
penal peor, lejano de los centros hospitalarios a que deben ir los presos
políticos más ancianos y próximo al hacinamiento. ¡Qué ético ha sido todo esto!
¡Qué poco éticos somos los que lo criticamos!
Pero la ética de Hinzpeter tiene algunas
peculiaridades, pues no tuvo reparos en ser generalísimo de un candidato
presidencial que compraba acciones de LAN con información privilegiada.
¿Renunció Hinzpeter al comando por "ética" cuando eso se descubrió?
Ni soñarlo. Pero eso quedó todo convenientemente olvidado. No hubo
"derechazo". ¿O a lo mejor hay debilidad ética real?
Y luego resulta ahora que en su recurso de
protección contra la resolución de cambiar a los presos políticos militares a
un penal más riguroso, uno de éstos, el general(r) Manuel Contreras, ha
recordado que prestó refugio durante un mes al entonces (1982) prófugo de la
justicia por quiebra fraudulenta de un banco, Sebastián Piñera; y que el mismo
general (r) hizo desaparecer las evidencias que incriminaban a aquél. De ser
todo ello cierto, como lo afirma el ex oficial condenado ¿en qué quedaría la
exigente "ética" de Hinzpeter? ¿No experimentará ni el más ligero
detrimento al haber apoyado a un candidato con esos antecedentes?
Y ahora resulta que correligionarios suyos
parecen recordar que el propio Hinzpeter fue un votante del "Sí" en
1988. ¿Qué sucedía con su "ética" por esos años? A todo esto, su
actual jefe, que ha proclamado a los cuatro vientos haber votado "No"
en aquella oportunidad; y que no se pondrá a la cabeza de la celebración de los
25 años del triunfo de dicha alternativa sólo porque tiene un viaje al exterior
que no podía retrasar, resultó que en esa oportunidad, hace 25 años, ese mismo
prohombre del "No" muy pronto transitó hacia el "Sí", pues
fue generalísimo de la campaña del candidato de esas fuerzas en 1989, Hernán
Büchi. ¿Qué le sucedió a Sebastián Piñera entre 1988 y 1989? ¿Sufrió un desfallecimiento
ético y se corrompió transitoriamente, trabajando por el triunfo del candidato
del Gobierno Militar? ¿Y por quién votaba entonces Hinzpeter? ¿Por Aylwin, o no
fue capaz de salvaguardar su "ética" y volvió a votar en 1989 junto
con las fuerzas que la tienen debilitada?
Parece que la "fortaleza ética" de
que se cree exponente este nuevo Catón de nuestro tiempo exige un grado de
consecuencia (o de mala memoria) que él no ha logrado alcanzar.
BRAVOOOOOOO....Muy buen articulo Hermogenes!!!! Como siempre le das en el clavo a todo lo que expones. Muchas gracias por defender nuestros derechos!!!! Especialmente para los que vivimos lejos de nuestro pais.
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