El Primer Cerebro
Lavado de la República,
por Hermógenes Pérez de Arce Ibieta.
George Orwell escribía, en su
premonitoria novela "1984", "el que controla el presente,
controla el pasado; y el que controla el pasado, controla el futuro".
Chile, hoy, es singularmente parecido al país de "1984" y, por lo
mismo, está teniendo lugar entre nosotros ese apotegma de Orwell. La extrema
izquierda ha logrado controlar los medios de comunicación del presente y,
gracias a eso, hacer prevalecer en el país su propia versión del pasado (la
cual, por cierto, nada tiene que ver con la realidad). Como controla el pasado,
ahora controla el futuro, tanto que ella se hará prontamente de todos los
resortes del poder que le han sido brindados en bandeja por personajes de
escasa personalidad, incapaces de defender la verdad, sin lealtad alguna con
nadie, pusilánimes y ensimismados en su propio lucimiento. Más preocupados de
flotar en la cresta de la ola de la popularidad barata y de remontar en la
próxima encuesta que de cualquier otra cosa, como la lucha por la verdad o la
búsqueda de un mejor destino para el país, por ejemplo.
Yo desde hace años vengo advirtiendo
contra el lavado colectivo de cerebros, que comenzó a practicarse realmente en
serio entre nosotros con ese instrumento, paradigma de la falsificación
histórica, conocido como "Informe Rettig", merecedor de un lugar en
el "Hall of Fame" de los prestidigitadores, pues hizo desaparecer por
arte de birlibirloque a un ejército clandestino marxista de más de veinte mil
hombres. Pero como éstos habían matado 423 personas (301 de ellas entre el 11
de septiembre y el 31 de diciembre de 1973), el "Informe" (que en un
principio había reconocido sólo 161 de esos muertos, pero fue rectificado por
la Comisión que lo sucedió) tras ardua deliberación, decidió atribuir tales
muertes a entes imposibles de identificar, como "la violencia política"
o "particulares actuando por motivaciones políticas", cuando todo el
mundo sabía que los habían matado el MIR, el FPMR, y, algunos, los escasos
guerrilleros del MAPU y la Izquierda Cristiana.
A ninguno de éstos se le podía
nombrar ni inculpar, porque precisamente el "Informe" tenía por
objeto atraer el apoyo comunista y socialista a don Patricio Aylwin II (pues
don Patricio Aylwin I había gatillado el golpe y defendido vehementemente a los
militares cuando ultimaban a 1.523 extremistas en los primeros meses tras el "11",
al costo de los 301 caídos propios ya mencionados). Y así la extrema izquierda
fue comprada mediante la falsificación de la historia y a expensas de enormes
pagos financiados por los contribuyentes. Y ella no sólo votó por Aylwin II
sino que garantizó la Gobernabilidad a la centroizquierda que la sobornó, sin
otros exabruptos que los de asesinar a ex agentes del Estado que habían
combatido la guerrilla, a un Senador que se había opuesto al amplio perdón que
les brindó el mismo Aylwin II y herir gravemente a un ex miembro de la Junta y
a otro General.
Pero una colección de mentiras bien
urdidas puede cambiar la historia, y en este 40° aniversario del 11 el marxismo
lo ha hecho. Un canal televisivo manejado por la extrema izquierda y que es
propiedad de un magnate norteamericano, seguramente sólo interesado en el
"profit margin", montó unas teleseries destinadas a deshonrar al
Gobierno Militar en las cuales TODO es falso. Pues fue falso que la Junta
tuviera siquiera noción de las muertes y entierros de Lonquén de que la
inculpan; fue falso que agentes del Estado quemaran a dos jóvenes en Santiago,
pues, lejos de eso, eran éstos los incendiarios y portadores de combustibles
inflamables y los militares los apagaron; fue falso que el Gobierno Militar
tuviera algo que ver en el degollamiento de tres comunistas y cabecillas del
FPMR, uno de los cuales se había infiltrado en la Vicaría de la Solidaridad,
donde reclutó a un frentista; fue falso que la comitiva del General Arellano
tuviera la misión de matar sin juicio; y fue falso que el Gobierno Militar
asesinara al padre Jarlan, muerto por una bala perdida y por una causa tan
ajena a ese Gobierno como lo es al actual la grave herida de un joven en el
centro por otra bala perdida disparada por un gendarme acosado por el
populacho.
Pero todas esas falsedades han sido
tan bien montadas y tan ampliamente divulgadas que han hecho caer a los
incautos, desprevenidos y desinformados, a la cabeza de los cuales, como de
casi todo en estos tres años y tanto, ha estado el Presidente de la República.
El hecho de haberse convertido en el Primer Cerebro Lavado de la República ha
tenido consecuencias políticas trascendentales, pues convirtió con sus palabras
y actuaciones el 40° aniversario del 11 en un verdadero "derby de demolición"
de la derecha que lo llevó al poder y que fue fiel sustentadora del Gobierno
Militar que salvó a Chile, lo dotó de una democracia estable y lo convirtió en
una sociedad libre y próspera.
Con escasa información y nula
documentación nuestro lábil Jefe del Estado "cayó redondo" en la red
de falsedades encabezada por Chilevisión y glosada por los columnistas DC y de
izquierda, algunos manifiestamente desinformados y otros manifiestamente
malintencionados. Y Piñera compró completo el balurdo de mentiras marxistas.
Dado eso, y desesperado de verse siendo parte de los herederos de un régimen
acusado de sanguinario, se volvió loco de angustia y atinó a tratar de salvar
lo más valioso para él en este mundo, que es su propia figura. Tratando de
encontrar a alguien a quién echarle la culpa, fulminó a su propia gente:
"Algunos creyeron posible ignorar la conmemoración de los 40 años, hacer
como que el golpe militar nunca existió o ignorar el tremendo impacto que la
cobertura de los medios de comunicación tuvo sobre la sociedad chilena. Ése es
el silencio de los que no tienen el coraje para enfrentar la verdad y la
realidad. El Gobierno no optó por ese camino". Nótense sus palabras,
equivalentes a una confesión del lavado cerebral: "...el tremendo impacto
que la cobertura de los medios de comunicación tuvo sobre la sociedad
chilena". Se tragó completo el cuento de las teleseries marxistas.
Por supuesto que no optó por defender
la verdad, sino que "tuvo el coraje" de arrancar a unirse al
adversario. "Sálvese quien pueda", gritó Piñera, y el primero que
intentaba salvarse era él. De ahí a su tardía venganza contra los ancianos
presos políticos de "Cordillera" había un paso, consistente en
traicionar a quienes había prometido como candidato hacer valer el debido
proceso y la prescripción. Lejos de eso, los insultó públicamente, tratándolos
de "criminales violadores de los derechos humanos". La extrema
izquierda, sorprendida de que el supuesto Jefe de las huestes contrarias se
hubiera tragado completo el anzuelo de sus mentiras, el cual sólo pensaba
destinado al grueso, ignorante y pasivo público de las teleseries, no había
creído posible que el Presidente de la República hubiera sido el exponente más
representativo de esa masa ignara y fácil de engañar y manipular. Pero lo era,
y eso ha cambiado el curso de la historia política del país.
Hoy leía en "El Mostrador"
las declaraciones del Diputado Pedro Browne, de RN, fiel exponente de la
llamada "nueva derecha", convocando a sus huestes a abandonar el
campo de batalla de la verdad histórica al enemigo y arrancar, siguiendo a
Piñera, hacia el otro bando. "La derecha ha cometido el error histórico de
defender lo indefendible", dice. ¿Qué es lo indefendible? La verdad. La da
por derrotada. Es una "mochila". Que los milicos carguen con ella.
¡Qué parecido a otros que conocemos! "Esto se arregla sólo con
fusiles"..."Ustedes tienen las bayonetas (dirigiéndose a un General),
pero no las usan" (Frei Montalva, 1973). "Yo no me siento con
autoridad para juzgar si (los militares) han sido excesivos o no, porque lo
cierto es que han tenido muchas bajas y han recibido la acción (Patricio Aylwin
I, 1973). "Veinte años después" metió a la cárcel a los militares,
los crucificó moralmente "urbi et orbi" y hasta se olvidó de todos
los llamados que les había hecho para salvar al país y de las propias cosas
expresadas en su defensa "cuando los extremistas nos iban a matar a
todos" (Rafael Retamal, 1974).
¿La "nueva derecha" debe
hacer lo mismo? A lo mejor le conviene. Que marche, entonces, hacia el otro
bando, sin "debilidad ética" alguna, con la chaqueta convenientemente
virada y siguiendo el ejemplo de su jefe, este nuevo Alcalde de "La
Pérgola de las Flores", que "a todos les dice que sí, pero siempre
hace lo que le conviene más".
Es insufrible para los que vivimos la época, escuchar a los comunistas de mierda y su seguidores, como despotrican contra el ejército y como tergiversan los hechos. Pero mas me duele ver al comandante en jefe callado y sin apoyo ninguno a sus compañeros de armas.Una verguenza
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