jueves, 4 de septiembre de 2014

Hace 44 años, Allende gana las elecciones…






Hace 44 años, Allende gana las elecciones…


El 4 de septiembre de 1970 Salvador Allende Gossens, socialista,  ganó las elecciones Presidenciales imponiéndose a Jorge Alessandri Rodríguez por una escasa diferencia de menos de 40 mil sufragios. El candidato de la unidad popular obtuvo 1.075.616 sufragios, 36,63 %, mientras su contrincante el independiente alcanzó 1.036 278 votos, 35,29 %. El tercer lugar a mucha distancia lo obtuvo el postulante del oficialismo democratacristiano Radomiro Tomic Romero.


Al no obtener ninguno de los aspirantes a la Primera Magistratura la mayoría absoluta debió definir entre las dos primeras mayoría  quien asumiría  la      Presidencia de la República el Congreso Pleno, que el 24 de octubre, previo acuerdo secreto entre la UP y la DC, además de la firma de un Estatuto de Garantías Constitucionales, en el que Allende se comprometía a respetar la Constitución, el candidato socialista fue ungido como ganador, asumiendo la Presidencia el 4 de noviembre.


De lo anterior se desprende que Allende llegó a La Moneda de manera democrática y legítima, aunque es necesario reconocer que sus actuaciones y las de la unidad popular, que claramente no respetaron la Constitución y las Leyes le hicieron perder la legitimidad que ostentaba y claramente el Gobierno y sus partidarios, al intentar imponer su programa, de manera bastante totalitaria, perdieron también su calidad democrática, convirtiendo a su administración en un intento de copia del sistema cubano.


No pretendemos hacer un recuento histórico del Gobierno de Allende, pero, luego de un año en el que se imprimió dinero a destajo, afloraron una inflación desatada, las tomas de industrias y campos liquidaron la producción, los entes Estatales de distribución de todo tipo de alimentos y mercaderías desataron un mercado negro, el intento por crear tarjetas de racionamiento, manifiestamente  intentando dominar al pueblo por el estómago, desató la ira popular.


La siembra de odiosidades, la violencia creada por los grupos armados que crecieron al amparo del Gobierno, y también de opositores, la falta de alimentos, las interminables filas que debían hacer los chilenos para obtener suministros para sus hijos,   la creciente oposición ciudadana mayoritaria a una reforma educacional Estatista, la falta de expectativas y los temores de la implantación de una dictadura comunista, saturaron la paciencia  del pueblo que comenzó a exigir la salida del Gobernante.


Las evidencias irrefutables de que el allendismo, especialmente los partidos comunista, socialista, MAPU e izquierda cristiana, todos de raigambre marxista, preparaban un golpe de Estado palaciego, para eternizarse en el poder, o una guerra civil, con el mismo objetivo, que además les permitiera limpiar el país de “burgueses”, que algunos de ellos esperaban dejara un millón de muertos, hizo clamar a la ciudadanía por una intervención militar que pusiera fin al experimento socialista.


En necesario consignar que las FFAA y de Orden depusieron a Allende el 11 de septiembre de 1973, poco más de mil días después de su asunción, por la presión ciudadana y la realidad de que el país se encontraba totalmente destruido en lo institucional, en lo económico, moralmente desintegrado, políticamente degradado  y socialmente fracturado. La convivencia nacional estaba seriamente amagada y la polarización amenazaba con terminar de demoler  el pacto de social que permitía la existencia de la Nación.

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