Escribo Sólo por
Motivación,
por Hermógenes Pérez de Arce.
Yo escribo
por motivación. Pudo haberme motivado la información de que los niñitos de la
UDI siguen estudiando cómo hacer que la Declaración de Principios de su partido,
que redactó Jaime Guzmán con diversos aportes de otras personas, pase a ser del
gusto del 90% de los chilenos actuales que tienen el cerebro lavado. Pero eso
no me motiva demasiado, porque no es grave, sino sólo ridículo, y en todo
momento lo he asimilado a la ironía de Groucho Marx que decía: “Estos son mis
principios, pero si no le gustan, tengo otros”.
En cambio sí me motivaron
las siguientes pregunta y respuesta en una entrevista a Eugenio Tironi en “La
Segunda” del sábado: P: “El historiador Alfredo Jocelyn-Holt dice que se pasó
del slogan ‘avanzar sin transar’ a ‘transar sin parar’. R: “Que le vaya a decir
eso a cualquier familia chilena que salió de la pobreza, no tiene hijos
desaparecidos y vio cómo se conmemoraron los 40 años del golpe”.
Esa respuesta representa el
grado en que se han lavado los cerebros de los chilenos y la magnitud del
cinismo de los autores del lavado. La gente en Chile salió de la pobreza
gracias al modelo económico-social establecido bajo el Gobierno Militar y sus
modernizaciones y privatizaciones, que llevaron al país desde los últimos
lugares de crecimiento y las mayores inflaciones a situarse a la cabeza de
América Latina en ambos aspectos indispensables para derrotar la pobreza.
Resulta particularmente
hipócrita la referencia de Tironi a “la familia chilena que no tiene hijos
desaparecidos”, sobre todo dicha por un ex militante del MAPU, que tenía, según
Carlos Altamirano, una considerable guerrilla terrorista. Por supuesto que en
los ‘70, en el combate a un terrorismo armado que atacaba desde la
clandestinidad, se producían represiones indeseadas y desaparecimientos. Pues a
su turno la guerrilla marxista mató 301 personas sólo entre el 11.09 y el
31.12.73.
Cuando Aylwin decidió traicionar a los militares y bienquistarse con la
UP, patrocinando el sesgado e injusto Informe Rettig de 1991, éste dio cuenta
de algo más de 900 desaparecidos. Después el número aumentó debido a los
beneficios económicos reconocidos a los casos en que se dictaminaran
desapariciones políticas. Pero en Chile, según cifras de Carabineros,
desaparecen cada año 2.500 personas (diferencia entre las “denuncias por
presunta desgracia” y los encontrados en cada año). Publiqué esas cifras en mi
libro “Terapia para Cerebros Lavados”. En todo caso, entre 1978 y 1990 sólo
hubo 23 denuncias de desaparecimientos políticos documentadas por el Informe
Rettig.
Entonces, obviamente bajo Gobiernos como los de los ’90, que no tenían
una guerrilla adversa, porque los ex UP patrocinadores de la misma estaban en
el poder (socialistas, MAPU, IC, PR) o eran favorecidos e indemnizados por éste
(PC, MIR), no había ni podía haber secuela alguna del terrorismo y, más aún,
los asesinos ex integrantes de la guerrilla gozaban de impunidad para matar
selectivamente, como lo hicieron con Jaime Guzmán.
También resulta odiosa la
referencia de Tironi a “cómo se conmemoraron los 40 años del golpe”. Pues, en
efecto, tal conmemoración, con la complicidad activa del Gobierno de Sebastián
Piñera, de funesto recuerdo, constituyó toda una vergüenza nacional. Muy pocas
veces en la historia de las naciones civilizadas unos pocos controladores de
los medios de opinión pública y las superestructuras políticas le habían
mentido tanto a tanta gente.
Por cierto, Tironi se declaró
arrepentido de haber criticado a Piñera y de haber escrito el libro “Por Qué No
Me Quieren”, al comprobar que ambos habían trabajado codo a codo en la tarea de
lavar los cerebros nacionales con motivo de los 40 años del 11.
Los que deseen más detalles de esa gigantesca “Operación Falsedad”
pueden encontrarlos en mi blog “El Libro de las Verdades Olvidadas” publicado el 11 de
septiembre de 2013 y otras entradas posteriores.
La conmemoración de los 40
años del golpe quedará, en todo caso, como un baldón en la hoja de vida de la
honestidad chilena, si es que existe tan improbable bitácora.
Sí debería hacerse
referencia a ese penoso episodio de propaganda política masiva en el contexto
de algún estudio sobre las “Grandes Vergüenzas Nacionales”.
CLARO Y DIRECTO COMO SIEMPRE, SE AGRADECE DON HERMOGENES.
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