El "Hermano Mayor" impone sus ideas al pueblo, por medio de la manipulación, que termina pagando con su libertad las ansias de poder de sus Gobernantes totalitarios. |
El Hermano Mayor Sabe
Más Que Usted,
por Hermógenes Pérez de Arce.
El libro “1984”, de George
Orwell, trata de un Estado totalitario. Es una novela de los años ’40, pero se
está tornando actual entre nosotros, porque se refiere a un país al cual Chile
se está pareciendo cada vez más. Ambos están Gobernados por “Big Brother”, el
Hermano Mayor, que sabe mucho mejor que los ciudadanos lo que éstos necesitan o
desean.
Cada cierto tiempo o en ocasiones
especiales (por ejemplo, a los 40 años del “11”), todos los medios de
comunicación controlados por el Hermano Mayor deben desatar un “minuto de
odio” contra el Enemigo Público Número Uno, llamado Emmanuel Goldstein en
la obra. En Chile no es necesario decir cómo se llama. Fue un malvado que les
dio toda clase de libertades nocivas a los chilenos para elegir su propio
destino personal. Se le culpa a él y a su “modelo” de todos los males, crímenes
y simples delitos imaginables y todos corean insultos contra su persona. Los
que se atreven a defenderlo son agredidos en las calles por los partidarios del
Hermano Mayor.
Y entonces el Hermano Mayor ahora no
quiere que las personas como usted vendan o compren libremente medicamentos.
Está preparando un “Reglamento de la Ley de Fármacos” para que la gente los
venda y compre como él quiere. Él sabe mejor.
El Subsecretario
de Salud ha dicho que, con ese fin, se evitará asociar la compra de
medicamentos con tarjetas comerciales del retail y de las farmacias: “los
remedios no pueden ser tratados como un bien de consumo”. ¡Van a prohibir su
venta a precios rebajados, porque la gente compraría más! Nadie sabía que los
remedios baratos son un mal social. El Hermano Mayor cree que la gente no es
capaz de decidir por sí misma cuántos ingerir. Porque él sabe, pero usted no.
“La idea –dice el Subsecretario—es
que los pacientes no digan ‘voy a aprovechar de comprar este medicamento porque
está en oferta y con mi tarjeta lo puedo adquirir a menor precio’”. (“La
Segunda”, 8 de julio, p. 6) ¿Entiendes? ¿Sabes cómo se llama eso? Socialismo.
Su leit motiv, como escribí hace un par de días: “¡Es la libertad, estúpido!”
Odian la iniciativa privada. Tanto que marginaron a las empresas particulares
del programa “Elige Vivir Sano”. ¿Le irán a cambiar el nombre a “El Gobierno
Elige Cómo Tú Debes Vivir Sano”?
Consejo: siempre que le oiga decir al
Hermano Mayor o a alguno de sus agentes que un bien o servicio que usted
necesita “no es un bien de consumo”, póngase a temblar: le va a costar más caro
o va a escasear o tendrá peor calidad, y perderá su libertad de producirlo o
adquirirlo. El Hermano Mayor y sus esbirros creen saber mucho mejor que usted
cuáles son sus necesidades. Aunque sus dictámenes sean disparatados, él siempre
tiene la razón.
Cuando en la Unión Soviética los
planificadores cumplían rigurosamente el plan de fabricar un millón de zapatos,
lo propagaban a todo el mundo y éste aplaudía, no importaba que fueran sólo del
pie izquierdo. Eso nunca fue culpa del Hermano Mayor, sino de algún saboteador
actuando a las órdenes de Emmanuel Goldstein.
Y, por favor, al enterarse del nuevo
plan sobre los remedios, no diga “no me importa, porque yo no tomo remedios”.
Acuérdese del pastor Niemöller, bajo otro Gobierno totalitario, cuando decía:
“Persiguieron a los judíos, pero no me importó, porque yo no era judío…”
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