¿Ministerio
del Pan?,
por Hermógenes Pérez de
Arce.
Si sube el precio de la energía
eléctrica, el del trigo y consiguientemente el de la harina, y también el
salario de los trabajadores, es consecuencia natural de todo ello que suba el
precio del pan.
La industria del pan es muy competitiva, porque hay miles de panaderías,
cualquiera puede hacer pan en su casa y, además, desde tiempos bíblicos sabemos
que “no sólo de pan vive el hombre”, de modo que es un bien con muchos
sustitutos.
Por consiguiente, nada justifica controlar su precio. Pero ya el Sernac
está metiendo las narices en ese mercado. Sólo a un Gobierno ignorante de las
realidades económicas y de la naturaleza humana se le ocurre intervenirlo.
Precisamente por eso el de la UP lo hizo y, adivine usted (que tiene el cerebro
lavado y no sabe o no recuerda cómo fue la UP) qué pasó: escaseó el pan. No
había marraquetas ni hallullas normales, sino un sucedáneo extraño, de color
marrón, si bien bastante digestivo, que la UP insistía en que era pan, pero
muchos aseveraban que era plástico. Pero a “precio oficial”. Lo tragábamos con
chancho chino.
Cuando Chile fue liberado (justo a tiempo) del yugo marxista el 11 de
septiembre de 1973 y se consagró, entre muchas libertades que habían sido
coartadas, la de precios, las realidades económicas se manifestaron en plenitud
y la inflación se disparó a más de dos mil por ciento al año. Pero los
industriales panificadores volvieron a fabricar marraquetas y hallullas de pan
blanco y una gran variedad de productos diferenciados. El pan estaba más caro,
por supuesto. Los Gobernantes militares se preocuparon ante el alza y no
estaban muy seguros de que la receta liberal de los Chicago Boys fuera buena.
Un día me convocaron ad honorem, como se usaba entonces, al Edificio Diego
Portales, a explicarle a un auditorio lleno de dirigentes de empleados y
obreros por qué era buena la libertad de
precios. Me dijeron que, siendo yo un divulgador de los consejos de Milton
Friedman, seguramente los iba a poder convencer. Durante casi una hora desplegué
mis mejores esfuerzos dialécticos justificando los precios libres y al final,
seguro de que los habían convencido, ofrecí la palabra para que me hicieran
preguntas. Una de las primeras manos que se levantó fue la de un dirigente
obrero de San Miguel que me dijo más o menos lo siguiente:
“Muy interesante lo que usted nos ha explicado, pero dígame una cosa
¿cuándo van a fijar el precio del pan para poner término a las alzas
escandalosas que ha venido teniendo?”
Ahí supe que había estado “arando en el mar”, como decía Bolívar. Pero
el Gobierno Militar mantuvo la libertad de precios y el resultado fue que,
transcurrido poco tiempo, disminuyó mucho el consumo de pan y los propios
panificadores se dieron cuenta de que no podían subirlo cuanto quisieran. Al
final el libre mercado los hizo entrar en razón y el pan volvió a consumirse en
los altos niveles de siempre.
De modo que durante los cuarenta años siguientes subió y bajó, pero no
hubo “problema del pan”. Tanto que el recordado economista Álvaro Bardón acuñó
su famosa pregunta y no menos famosa respuesta: “¿Saben ustedes por qué no hay
un ‘problema del pan’? Porque no hay un Ministerio del Pan.”
Pero ahora está comenzando a haber un “problema del pan”. Es que tenemos un Gobierno cada vez más
parecido al de la UP. El Estado vuelve a estar en todo. Cambiará desde la
Constitución para abajo: el “modelo”, la educación, el sistema electoral, el
régimen de las aguas, la salud, la previsión, los impuestos. Va a haber cada
vez más Estado. Si antes uno trabajaba cada año sólo hasta abril (gracias al
FUT) para el Estado, ahora que éste se termina deberá hacerlo hasta agosto. Si
lo hiciéramos todo el año seríamos simplemente esclavos. Entonces vamos a ser
dos tercios esclavos en lugar de sólo un tercio, como hoy. Lo cual no sería
nada si el Estado solucionara los problemas, pero sabemos que el Estado ES el
problema. Si no lo creen, pregunten en la CONADI, otro lugar donde eso ha
quedado probado en estos días.
¿Cuánto van a demorar en crear un Ministerio del Pan? Acepto
pronósticos.
Tomado de http://blogdehermogenes.blogspot.com/
Se viene complicada la situación. No se mucho de política pero si de experiencia como ciudadana, no puedo olvidar los años del gobierno de Allende, yo era una niña de colegio, enseñanza básica. Claro, la pasamos muy mal, Yo vivía a muy pocas cuadras de la Moneda, experimenté todo el proceso, las marchas, las bombas que explotaban de repente, el venir del colegio y empezar a correr porque venían tirando bombas que te hacen llorar , toser y sentirse ahogada. Una niña de 12 y 13 años cómo vive esto?? es un terror. A la vez ya faltaba el alimento, en este caso, el pan. El pan era una miga amarillenta, asquerosa. Que respeto pudo sentir en Presidente por su gente??? El otro día escuché a Bachelet como les hablaba a la gente de Combarbalá, diciendo que iba a mandar un proyecto de Ley para esto y para lo otro, la pobre gente aplaudía, y ella les decía , pero aplaudan mas fuerte, si es mucho dinero lo que vamos a inyectar. Me dió mucha pena porque siempre ella habla igual, vamos a hacer esto, vamos a hacer lo otro ,y nunca ha dicho, señores HICIMOS , SOLO ILUSIONES. Yo como chilena, estoy preocupada y casi temerosa, como esta gente de este gobierno ha entrado a administrar, querer cambiarlo todo, esto no puede ser. Hemos sido un país exitoso económicamente a nivel mundial, y lo que esta malo se puede arreglar y seguir caminando, pero hoy día esta gente han venido a desbaratar un sistema que ha costado, cómo se puede permitir esto??? Estamos muy complicados a mi parecer.
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