Comunistas,
terror y terrorismo,
Gonzalo Rojas
Sánchez.
Es tan
evidente la connivencia entre los comunistas y el terror en los últimos cien
años, que no resulta extraño que mucha gente se pregunte: ¿es un comunista
siempre un terrorista?
No, no
siempre.
Pero, a
continuación, surge una segunda interrogante: ¿es un comunista siempre un
potencial terrorista?
Sí,
siempre.
No nos
confundimos los historiadores en este tema, porque para negar lo anterior
habría que haber vivido en el siglo XVII... o ser comunista. Son las únicas dos
opciones desde las que se puede argumentar en contra: desde el anacronismo y
desde la mentira.
Los
comunistas llevan más de cien años promoviendo el terror porque estiman que así
ponen a los burgueses ante su propia realidad: o aceptan que son unos
miserables explotadores que merecen morir o, si se niegan a esa realidad, por
eso mismo, merecen morir. Dos opciones, pero solo una salida. El terror, desde
Marx a Lenin, de Lenin a Stalin, de Stalin a Corvalán, de Corvalán a la Gladys,
de la Gladys a Teillier, es una sola cosa: el legítimo instrumento de
purificación de los explotadores.
Por eso
las Juventudes Comunistas mandaron voluntarios a las FARC, para que reforzaran
después la CAM en La Araucanía. Porque los comunistas ven en esa tierra no un
problema cultural, sino una estructura explotadora a la que hay que
aterrorizar.
Por eso la
Diputado Vallejo no se levantó para rendir homenaje al asesinado Senador
Guzmán. Porque -al menos- le es indiferente la muerte de un burgués a manos de
un grupo terrorista de su propia filiación.
Por eso
el Diputado Teillier -cabeza militar del mismo grupo terrorista que asesinó a
cinco militares- afirmó que no hay más terrorismo que el de Estado. Los
burgueses cabezas duras tienen que entender que cuando los comunistas eliminan
militares, solo hacen justicia.
Por eso
Eduardo Contreras, el célebre Embajador comunista, ha afirmado que no tiene
ninguna duda de que los actos terroristas que se han registrado en Chile
provienen de la ultraderecha. Los burgueses tienen que hacerse cargo de todos
los crímenes, porque ellos generan las condiciones para que sucedan. Contreras,
queriendo parecer sutil, ha afirmado que lo que declaró lo dijo en privado.
Pero nunca ha dicho que no lo cree y que no actúa en consecuencia.
Por eso
Teillier -sí, el mismo- ha afirmado que lo de Contreras es un error. Obvio. Un
comunista jamás debe adjudicar los actos terroristas a particulares: la
ideología oficial estipula que son siempre y solamente actos de un Estado
fascista. Ya es hora de que los burgueses asimilen ese dato y que Contreras no
se vuelva a equivocar.
Por eso
no han tenido vergüenza alguna los militantes comunistas de exhibir sus
banderas en el funeral del recientemente fallecido ex vocero de su FMR. Ahí se
han sentido muy cómodos el Diputado Carmona, el Alcalde Jadue y el frentista
Bunster, todos comunistas. Los burgueses tienen que entender que cuando muere
un terrorista, algo de cada comunista muere con él.
Pero
queda la segunda parte.
Es la
posibilidad de que el burgués se dé cuenta de toda la mentira y el crimen que
se expresan en la actividad terrorista.
Para esa
instancia, los comunistas han elaborado una fórmula sencilla y mil veces
difundida: "Denunciamos la campaña del terror que ha iniciado la
derecha". Así actúa el brujo que antes de acostarse mira debajo de la
cama, por si hubiera algún otro brujo escondido; es el terror al cuadrado, para
evitar que el burgués tome conciencia del terrorismo comunista.
¿Son
contrarios los comunistas al terrorismo anarquista de los bombazos? No, solo
les incomoda que pueda despertar a una adormecida burguesía a la que es mejor
aterrorizar con métodos más sutiles.
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