El Socialismo y la Naturaleza Humana,
por
Hermógenes Pérez de Arce.
El socialismo
ha fracasado en todas partes porque es incompatible con la naturaleza humana.
Como doctrina sólo funciona privando de libertad a las personas, pero cuando
ellas la recobran se deshacen de los Gobiernos socialistas. A veces las masas,
que tienen pocos conocimientos y menos memoria, los eligen, pero pronto les
revocan el mandato, como ha sucedido en España, Alemania, Italia y prontamente
va a volver a suceder en Francia, según todos los sondeos. En Chile los
socialismos de distinto signo han Gobernado desde 1990, pero, como ellos mismos
reconocen, lo han hecho respetando el modelo de libertades. El gran cambio que
está teniendo lugar ahora consiste en que se han propuesto arrasar con ese
modelo y suplantarlo por otro socialista. Lo están haciendo en lo económico,
mediante la Reforma Tributaria. Lo están rumiando en lo educacional y en lo
institucional. Lo único claro en ambos campos es que en ellos también se viene
“otro modelo”, el socialista.
El modelo de libertades fue instaurado en
Chile por el Gobierno Militar, y una de las razones de la gran importancia
internacional del mismo residió en que su éxito indujo a muchos países a
imitarlo. Y en el orden interno aquel régimen se erigió en uno de los tres Gobiernos
chilenos más importantes de todos los tiempos, en relación a los cambios
positivos que generaron para el país, junto a los de Joaquín Prieto (1831-41) y
Aníbal Pinto (1876-81). Gran parte de ese éxito se debió a que, junto con abrir
la economía al exterior, introdujo dos cambios esenciales en relación a los
impuestos internos: bajó a diez por ciento la tasa que gravaba a las empresas y
eximió del impuesto personal, mucho más alto, a las utilidades no retiradas de
ellas. ¿Resultado? El país creció como nunca. Ha señalado la economista Cecilia
Cifuentes (“La Tercera”, 04.04.14, p. 44), “el ahorro en Chile subió de un 11%
del PIB promedio entre 1960 y 1983, a niveles en torno a 23% en las últimas dos
décadas”. Más ahorro, más inversión, más
crecimiento, más empleo, menos pobreza.
Los socialistas,
como desconocen la naturaleza humana, sostienen que las personas van a ahorrar
lo mismo si su renta tributa 20% que si tributa 35%. Ellos, entonces, creen que
la gente va a comprar la misma cantidad de pan si la marraqueta vale $1.000 que
si vale $1.700, y por consiguiente, cuando ésta sube a $1.700 fijan por Ley el
precio en $1.000, porque también creen que los empresarios del pan van a
fabricar igual número de marraquetas a ambos precios. Y entonces les sucede lo
mismo que a Allende y Maduro: escasea el pan. Bueno, cuando hayan pasado la
aplanadora en el Congreso y aprueben la Reforma Tributaria, en Chile les van a
escasear los ahorros. Y todo lo que deriva de eso en materia de inversión y de
empleo se lo han dicho en todos los tonos al Gobierno numerosos economistas,
salvo los de inclinación socialista que, como tales, desconocen la naturaleza
humana y dicen que todas esas advertencias son sólo “campaña del terror”.
Bueno, “para
verdades, el tiempo” dice un refrán. Si en lo sucesivo la inversión tiende más
a 23% que a 11%, el régimen socialista habrá tenido razón. Si sucede a la
inversa, los chilenos tendrán entonces una razón más para abandonar “el otro
modelo” y volver a elegir el de la libertad (porque cuando el Estado se queda
con mayor porcentaje de lo que uno produce, uno es menos libre; por algo se
llama “esclavo” al que no se queda con nada de lo que produce).
Y todo esto es
sólo el comienzo, pues la operaria de “la retroexcavadora” todavía no ha
precisado con qué va a reemplazar el modelo de libertades educacionales (muy
restringidas) y el modelo Constitucional vigentes, los cuales también están
llamados a ser removidos “desde sus cimientos”.
¿Y usted creía
que Michelle y Michelle 2.0 eran la misma cosa, y por eso volvió a votar por
ella?
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