Los
Mentirosos Están Nerviosos,
por
Hermógenes Pérez de Arce.
Un
notable reportaje de “La Tercera” de hoy, titulado “1973: La
herida que no cicatriza” se admira de que el tema del “11” y
el Gobierno Militar no cese de ser la trama de numerosas obras
nuevas de teatro, cine y televisión de izquierda.
Pero
eso es perfectamente natural, porque la “Historia Oficial” en
Chile, desde 1990, falsificada por la Concertación y la izquierda y
con la “complicidad pasiva” de la Alianza, es una sarta de
mentiras, y una ley básica de la mentirología dice ellas deben ser
repetidas constantemente hasta que sus propios autores lleguen a
créeselas. “Una mentira mil veces repetida llega a ser verdad”
(Goebbels). El problema de la DC y la izquierda no es que la derecha
no las crea, porque ésta “se las ha comprado todas”. Su
problema es que ellos mismos se saben mintiendo, se ponen nerviosos
y necesitan reasegurarse.
“La
Tercera” hace un recuento de los nuevos montajes teatrales que,
por enésimo año consecutivo, repiten los mismos temas. Por
ejemplo, anuncia que “el autor y dramaturgo Pierre Sauré…
estrenará en septiembre ‘Selva’, en el GAM, sobre el Caso
Quemados de 1986, que significó la muerte del fotógrafo Rodrigo
Rojas de Negri y dejó con graves secuelas a Carmen Gloria
Quintana”.
Ese es un caso
paradigmático de falsificación histórica, pues la única versión
divulgada entre los chilenos y creída por éstos (y que sirvió a
los denostadores del Gobierno Militar, como el entonces Presidente
Sebastián Piñera y los columnistas Jorge Correa Sutil (DC) y
Ricardo Solari (PS ), para enlodar a aquel gobierno cuando se
cumplieron 40 años del “11”. En esa fecha se desató una
campaña sin precedentes de destrucción de imagen. Y, naturalmente,
una vez más, la versión del “caso quemados” fue la de que una
patrulla militar prendió fuego a los dos activistas de extrema
izquierda antes nombrados.
Pero la verdad fue muy
distinta y la comprobó un ministro de Corte designado para
investigar el caso, don Alberto Echavarría Lorca, unánimemente
respetado. Él comprobó que los militares no quemaron a Rojas y
Quintana, sino, al contrario, los “apagaron” cuando fueron
objeto de las llamas, tras el puntapié de la furibunda extremista
Carmen Gloria Quintana a un recipiente con líquido altamente
explosivo que ella y su acompañante portaban. Y lo llevaban,
precisamente, para quemar ellos a la gente que iba en buses de la
locomoción colectiva en un día en que los opositores al Gobierno
Militar querían paralizar la ciudad, en una de sus “protestas
pacíficas”. Como la mayoría ciudadana no adhería al paro de
actividades e iba a su respectivo trabajo o lugar de estudio, los
extremistas como Rojas y Quintana lanzaba artefactos incendiarios
contra los buses. Hubo frecuentes víctimas, incluidos niños, en
esas acciones criminales de extrema izquierda. Pero una patrulla
militar al mando del capitán Fernández Dittus los sorprendió y
detuvo. Y cuando la furibunda Carmen Gloria Quintana dio un puntapié
al recipiente de líquido altamente inflamable, la patrulla apagó
las llamas consiguientemente desatadas, que quemaban el cuerpo de
ella y su acompañante Rojas de Negri. Esa fue la verdad.
Pero la versión que se
ha impuesto en Chile y el mundo, y se va a “montar” una vez más
como espectáculo este año, es la falsa: los militares quemaron a
los dos “jóvenes”, siempre aludidos así y no por su verdadera
condición de subversivos incendiarios y terroristas.
Tan establecido dejó el
ministro en visita que la patrulla no había originado el fuego, que
el fallo definitivo condenó al capitán por un cuasidelito,
consistente en la negligencia de no haber llevado a los subversivos
a un hospital, sino haberlos liberado y hecho bajar del vehículo
militar en un lugar apartado. Pero esto se debió a que los mismos
extremistas, sabedores de que quedarían detenidos si eran llevados
a un hospital, le pidieron que los liberara, cosa que el capitán
hizo, sin darse cuenta de la gravedad de las quemaduras que habían
experimentado.
Los mentirosos están
siempre nerviosos, pese a que han triunfado ampliamente, en
particular a raíz de las series televisivas de los tres canales
principales, pero muy en particular del que era de Sebastián
Piñera, Chilevisión, que a través de sus teleseries, para los 40
años del “11”, hizo el grueso de la tarea falsificatoria y
llevó a su ex dueño y entonces Presidente a fulminar a quienes lo
habían llevado a la Presidencia, motejándolos de “cómplices
pasivos” de supuestos delitos del Gobierno Militar.
¿Por qué, como
acredita el reportaje de “La Tercera”, la izquierda marxista
gobernante necesita insistir una y otra vez, año tras año, en
copar el escenario con nuevas reiteraciones de las mismas
falsificaciones históricas, si éstas han sido ya digeridas y
aceptadas por la opinión pública nacional? Porque los mentirosos,
conscientes de sus mentiras, nunca están seguros de que no los van
a pillar y por eso necesitan repetirlas una y otra vez.
FUÉ CONMOCIÓN MUNDIAL. A LA POBRE CARMEN GLORIA QUINTANA LA LLEVARON A CANADA Y DURANTE AÑOS LA HAN USADO PARA CONTAR "SU VERDAD".
ResponderEliminarLamentablemente Doña Carmen Gloria está siendo utilizada por quienes quieren revivir las odiosidades en nuestro país....nosotros despues de escuchar su versión de la Posta Central y de su supuesta entrevista con el Subsecretario del interior hemos llegado a la conclusión que esta dama es completamente mitómana o simplemente una falsificadora de la realidad de lo sucedido...
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