¿TIENEN DERECHOS HUMANOS LOS MILITARES?,
por Ester Araos.
Los Derechos Humanos, nacieron posteriormente a la II Guerra Mundial con la buena intención de terminar los horrores de la guerra total, pero los marxistas detrás de la cortina de hierro, encontraron los beneficios para su explotación y se dieron cuenta de sus bondades para ser utilizados en fines ideológicos partidistas.
Muy pronto, en la disputa de los poderes entre el este y el oeste, la política de los derechos humanos se comenzó a utilizar en ayuda a los combatientes y subversivos de la ideología socialista y extremista, en procura del desarrollo de la lucha armada, empleando la dialéctica marxista en los significados etimológicos de las palabras, transformando el bien en mal y viceversa. Con ese fin y en apoyo a lo anterior, se crearon y transformaron diversas organizaciones internacionales, destinadas a proteger a sus integrantes mediante un acucioso estudio jurídico, donde comenzando a crear o desfigurar sistemas jurídicos en defensa de los suyos y a combatir a quienes los estaban atacando, con gran respaldo económico procedente de la Internacional Socialista.
Con el transcurrir del tiempo, el sistema se fue optimizando, especialmente para buscar venganza contra los que combatían al terrorismo, bajo el prisma de la violación a los derechos humanos, aplicando la tergiversación en los procesos jurídicos y la alteración de los conceptos legales, llegando incluso a legitimizarlos en el ámbito político e incluso, en un amplio espectro poblacional y organizacional, sin distingo de clases sociales y económicas, no quedando exento nuestro país de esta maquinación política.
Durante los veinte años de la Concertación, se concedió la libertad a terroristas presos bajo el falso principio de que ellos lucharon por la recuperación de la democracia, sin importar el procedimiento empleado, con violación de leyes e incluso, con pérdida de vidas humanas inocentes, producto de los ilícitos cometidos. También los terroristas encarcelados lograron sus libertades bajo la dictación de leyes especiales y otros con fugas carcelarias apoyados por las autoridades en ejercicio de la Concertación. A su vez, crearon figuras jurídicas para encarcelar a quienes combatieron a los subversivos, las que violaron las leyes vigentes, no despreciando la aplicación de códigos que se mantienen sin modificación alguna.
De esta forma, comenzó una cacería a quienes según los concertacionistas, eran los violadores de los derechos humanos, miembros de las FF.AA. y de Orden, no importando abrir causas que sucedieron hace más de treinta años, aplicando figuras jurídicas totalmente contrarias con el Código de Procedimiento Penal, aprovechando las distintas interpretaciones que el sistema legal vigente, permite llevar a cabo en estas instancias.
Actualmente se encuentran cumpliendo condenas 52 ex integrantes de las FF.AA y de Orden cuyo promedio de edad es de 65 años, más otros 780 que se encuentran actualmente procesados y aún se espera la apertura más de mil trescientos procesos sobre DD.HH., mientras que los familiares de las víctimas de los terroristas han recibido, a la fecha, sobre dos mil millones de dólares en beneficios económicos, en tanto, los familiares de las víctimas del el terrorismo no han percibido absolutamente nada.
Como corolario de esta diferencia jurídica, con fecha 25 de mayo de 2010, falleció a los 72 años de edad el SOM Héctor Vallejos Birtiola, aquejado de un cáncer vesicular y vesical, además de una avanzada diabetes, que le significó el uso de prótesis por amputación de parte de sus piernas, y que se encontraba cumpliendo condena en el Penal Punta Peuco, por un enfrentamiento en que resultaron muertos los asesinos del padre del ex Ministro Edmundo Pérez Yoma, Don Edmundo Pérez Zujovic. La Dirección de Gendarmería de Chile solicitó, por razones humanitarias, su indulto a la ex Presidenta Bachelet y sólo tres días antes de entregar el gobierno, ella se lo negó, consecuente con su afiliación partidista y su formación política marxista juvenil, en Chile y en la Alemania Comunista.
Al concluir con este artículo, cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿Los militares tienen derecho a ser considerados en el tema de los DD.HH o es sólo un privilegio para los extremistas o personas ligadas a la izquierda? ¿Las familias de los condenados y procesados por DD.HH, tienen derecho a vivir bajo un régimen igualitario de justicia con respecto al tema de los DD.HH.? ¿Hasta cuándo se deberá soportar la desigualdad en la aplicación de los DD.HH? Mientras unos son condenados ahora, por hechos ocurridos hace más de treinta años, con severas penas, en cambio los terroristas fueron dejados en libertad, con sus antecedentes totalmente limpios, pudiendo incluso ocupar cargos públicos. ¿Tienen derecho los militares a tener las mismas condiciones de DD.HH, como lo tuvieron los terroristas y delincuentes, o pertenecen a otra categoría de ciudadanos en Chile?