Hace 38 años, un día como hoy.
Nos acercamos a septiembre, ya comenzamos a ver nuestro pabellón nacional engalanando autos, buses y camiones, además de las casas, las emisoras empiezan tímidamente a incluir música de nuestro folclore, los volantines ya están engalanando los cielos de nuestra patria, se siente en el ambiente que despierta la chilenidad.
Hace 38 años, en esta misma fecha, el ambiente no era el mismo. Los chilenos veían un futuro negro, las denigrantes colas tenían a los chilenos haciendo filas durante gran parte del día para obtener algún alimento para sus hijos, las bandas armadas asolaban el país, la legalidad había sido largamente sobrepasada desde La Moneda.
Ya el pueblo había perdido las esperanzas, por más que les tiraban trigo y maíz a la Fuerzas Armadas estas se resistían a salirse de esa legalidad que era pisoteada por Allende y sus seguidores, de lo que dan cuenta los acuerdos del Congreso, de la Justicia y la Contraloría General de la República, nos encaminábamos a una tiranía roja.
El mandatario de la época anunciaba que quedaba pan para un par de días, la inflación se comía las remuneraciones apenas se recibían, el mercado negro enriquecía a los amigos del régimen, las izquierdas publicitaban que no querían una guerra civil, pero se armaban para ella y cerraban todas las puertas al diálogo.
La industria y el campo habían sido destruidos con intervenciones ilegales que terminaron con la producción, la educación estaba totalmente trastocada, la siembra de odiosidades era una de las pocas actividades que marchaba a full time, en solo tres años habían transformado a los adversarios en enemigos a eliminar.
Las pandillas armadas ilegales, muchas de ellas dependientes de los partidos que apoyaban a Allende, aunque como defensa la oposición también había creado las propias, eran una bofetada a la cara de los chilenos, caracterizados por ser sumamente legalistas, nos conducían a un enfrentamiento fratricida que se veía como inminente.
Hace 38 años los partidos que formaban la CODE, confederación democrática, democracias cristiana, democracia radical y nacionales, además de una inmensa mayoría del país clamaban porque los militares pusieran fin al nefasto proyecto socialista que había destruido al país y la convivencia ciudadana.
En las permanentes manifestaciones del oficialismo se pedía paredón para los momios y fascistas, manera de la que se motejaba a los opositores, a los que se les negaba hasta la posibilidad de conseguir alimentos, cuya distribución estaba en manos del Gobierno de Allende y que la distribuía entre sus amigos por medio de tarjetas de racionamiento de las JAP.
La desesperanza había hecho presa de los chilenos, la visita de cerca de un mes del chacal caribeño Fidel Castro había polarizado completamente a nuestra sociedad entre aquellos que pretendían instalar un sistema como el que todavía hoy oprime a Cuba y aquellos que defendían con todas sus fuerzas nuestras libertades.
Castro destinada a instruir a sus compañeros,
durante un mes indigno al pueblo.
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